Las últimas semanas han sido muy volátiles para el mercado: el Merval llegó a retroceder 14% en pocos días, el dólar escaló hasta un máximo histórico de $20,35 y la inflación se recalentó.
Esta corrección bursátil se produjo en sintonía con la suba de la tasa en los Estados Unidos, en el marco de alentadores datos sobre el empleo en ese país que hacen pensar que la FED irá subiendo los tipos de interés de modo mucho más acelerado que el previsto hace unos meses.
En el plano local, este combo de noticias incrementó el nerviosismo entre inversores, ya que algunos papeles llegaron a desplomarse hasta 20% en pocas ruedas.
En las últimas jornadas, este vendaval se disipó, si bien los mercados siguen sensibles y la palabra cautela se impone a la hora de elegir un activo al cual ponerle fichas.
Es cierto que en febrero el Merval aún acumula pérdidas y luce inestable, pero también es verdad que cuanto más revuelto esté el río, mayor es la posibilidad de obtener ganancias a futuro apostando por algunos papeles.
En este sentido, desde la City destacan el caso de Central Puerto, una empresa energética a la que se la ve con buenas perspectivas de crecimiento.
Tal es así que además de superar el bajón inicial, pasó a terreno positivo: en las primeras dos semanas de febrero había caído 21%, luego se fue recuperando y en el acumulado 2018 marca una ganancia del 13%.
Pese a los sobresaltos locales e internacionales que dejaron su sello en la bolsa porteña, los analistas creen que irán apareciendo factores capaces de darle nuevos bríos a varios activos.
Uno de ellos es el ingreso de capitales del exterior que podría darse en los próximos meses. Arribarán con las esperanzas puestas en que Argentina sea ascendida de "mercado de frontera" a categoría "emergente".
De esa decisión dependerá el destino de cientos de millones de dólares, ya que la recalificación propiciaría la llegada de importantes sumas de dinero del exterior que irían en busca de papeles locales.
Esto se debe a la existencia de una gran cantidad de "fondos pasivos", obligados a replicar un índice (MSCI) que se compone de papeles de varios países emergentes.
Argentina, hasta el presente, no puede ser incluida por estar catalogada como "mercado de frontera", pero el upgrade haría que gran cantidad de estos fondos deban comprar acciones albicelestes.
La decisión sobre su potencial reclasificación se tomará a fines de junio y está en manos del Morgan Stanley.
"Veo potencial de suba, por las valuaciones moderadas en muchos casos y por las expectativas que inversores extranjeros tienen sobre el país", dice a iProfesional Gustavo Neffa, de Research For Traders.
Agrega que estos buenos augurios se basan en "las oportunidades que ofrecen tanto el sector energético como el financiero, agrícola, construcción y tecnología".
Nicolás Cappella, analista de Research de Invertir en Bolsa, concuerda: "Se nota un ánimo realmente optimista por parte de inversores y de grandes fondos del exterior".
Además del cambio esperado de categoría, ejercen influencia las reformas previsional, la tributaria y la intención del Gobierno de reducir el déficit y la inflación.
"El mejor clima queda reflejado en inversores cada día más proclives en invertir en el mercado local", resume Cappella.
"Finalmente, los operadores de la City recuerdan con cierto "orgullo" cómo el mercado bursátil ha beneficiado a los ahorristas.
Tal es así que la bolsa argentina finalizó el 2017 luciendo la "chapa" de la de mejor rendimiento del mundo (78%), superando ampliamente la performance de los inmuebles (35% en pesos), de los plazos fijos (20%) y del tan demandado dólar (18%).