Homerius escribió:Aleajacta, coincido con vos que muchas veces es dificil opinar mal de los cupones, por que te comen vivo, pero igual los cupones no pagan por el real crecimiento del PBI, sino por el PBI que acusa el gobierno.
Amable Homerius, es como decís.
Es el crecimiento que acusa ESTE gobierno, que se va en 18 meses. En cambio, sería un error, en mi opinión, estar comprando el crecimiento del PRÓXIMO gobierno.
Y los que te comén vivo si hablás mal de los cupones, los caníbales, ¿qué dicen? No teniendo UNA buena razón para comprar estos cupones, juntan muchas para mantenerlos. No queriendo ver que cada nueva prueba añadida, y no computada en su valor calculado, necesariamente resta valor a las pruebas que ya tenían. ¿Qué dicen los caníbales, los que te comen vivo?
MISCELANEA
Dicen que la soja subirá de precio. Pero los commodities no suben si no hay crecimiento en el mundo.
Dicen que las ventas aumentaron. En mi barrio lo llaman inflación.
Dicen que Brasil arrastrará a Argentina. Pregunta: ¿nadie sabe que tenemos déficit comercial con Brasil, y que entonces más que dejarnos arrastrar los arrastramos a ellos? ¿Nadie leyó que el candidato presidencial opositor brasilero anunció que quería un real más débil y que la candidata oficialista se negó a hablar del tema? ¿Nadie notó que las tasas de bonos brasileros pagan 3,5% en dólares, pero que en reales suben ya al 12,5% para mismo plazo, previendo esa devaluación? ¿Nadie se pregunta porque Brasil -que tiene más reservas que deuda- no le presta a Argentina?
LO DE CRECER A TASAS CHINAS SON CUENTOS CHINOS
Los caníbales dicen que creceremos como China, pero:
La inversión fija/PBI en China es el doble que en Argentina.
Su balance de cuenta corriente / PBI es cuatro veces mayor.
Su ratio fuerza laboral/población total es de 6 cada 10 personas: cada trabajador debe mantener a 0,66 personas (y no 4/10, donde cada trabajador debe mantener a 1,5 personas).
Su deuda respecto al PBI es 18% (y no 49%).
En el ranking por menor inflación ocupa el puesto 9º (y no el puesto 174º )
Tiene el mercado interno potencialmente más grande del mundo y, aun así, exporta manufacturas industriales a todo el mundo.
Es una potencia económica, política y militar que puede imponer sanciones (como no comprar aceite de soja a quien acuse de competencia desleal al proteger a su industria improductiva).
Los que dicen que creceremos a tasas chinas no pueden contestar lo básico: ¿por qué creceríamos como China si no somos China?
LA APOLOGÍA DEL CRECIMIENTO
Los caníbales dicen que el país crece y seguirá creciendo, casi sin sobresaltos. Pero ¿cómo puede estar pasando esto, si las acciones, los únicos valores de empresas conocidos, no lo reflejan?
¿Si no hay inversiones privadas, pero oscuros fideicomisos públicos sin control del Congreso?
¿Si el país no tiene quien le preste (si el país creciera no habría dudas de los pagos?
¿Si la inflación carcome el ingreso de los consumidores?
¿Si las tasas reales son negativas?
¿Si disminuye el saldo comercial porque la inflación es en dólares -y no puede dejar de serlo sino traumática o muy lentamente-?
Y en especial ¿por qué se espera que el país crezca si la pregunta no es SI habrá devaluación sino CUÁNDO?
MIENTE, MIENTE, QUE ALGO COBRAREMOS
Algunos dejan de lado aquel rol de defensores del modelo -pues hasta ellos dudan de que tenga buen asidero-, y asumen otro papel: no importa que el país crezca de verdad, basta que PAREZCA que crece.
Los imagino restregándose las manos como los villanos de los dibujitos animados cuando se presentan aquí autoconvencidos de haber sido aceptados como socios cínicos de los verdaderos dueños de las estadísticas.
Sin embargo, estos ahorristas no se preguntan si conocen a algún socio verdadero.
No recuerdan que la crisis de 2008 sorprendió hasta a quienes tenían información privilegiada (y que localmente fue precedida con la sorpresiva reacción a la 125),
No piensan que los grandes poseedores locales de papeles locales precisaban que los precios subieran para poder vender gananciosos,
No entienden que para lograrlo bueno fue un precipitado canje que avasalló leyes, normas, procedimientos y funcionarios,
No ven que los volúmenes de ventas de ESTOS instrumentos financieros, más que los de cualquier bono, provinieron de afuera (y difícilmente fueran de plomeros estadounidenses),
No reconocen que en la aceitada organización de la venta con opciones de ESTOS instrumentos hubo una reventa de mayoristas a distribuidores porque no daban los tiempos para hacerlo lentamente,
y olvidan que esto último empezó y terminó en silencio, opaco y sin buena explicación del MOMENTO en que se produjo: en plena propaganda de venta del canje en marcha como un éxito inevitable.
¿A LOS SALTOS O A LOS TUMBOS?
O dejando esa ilusión de contar con información privilegiada -pues hasta ellos dudan de que tenga buen asidero- SALTAN varios años. A un futuro que poco difiere de los paraísos que prometen los candidatos electorales. Donde no hay inflación, las tasas son bajas, hay inversión, llegan fondos del exterior, hay exportación, consumo y crecimiento. Todo sin siquiera observar que un detalle de cómo o por qué se produciría ese salto, sin disminuir el crecimiento largo tiempo, excede tanto la capacidad de los economistas que ninguno siquiera lo intenta.
JUSTO A TIEMPO
O volviendo de ese lejano futuro a otro más cercano -pues hasta ellos dudan que tamaño salto cuántico tenga buen asidero- miran los precios que suben y bajan queriendo ver con los ojos las razones que en sí mismos no encuentran.
Y percatándose de que el precio actual no cubre el próximo pago no abandonan la esperanza del apostador que alguna vez ganó en la ruleta. Y apuestan, en mi opinión distraídos, a que un nuevo gobierno se resignará a dar por cierta una medición extraordinaria del PBI.
Justo para el año anterior a la gestión de un nuevo gobierno.
Justo para el momento desde el que se medirán sus logros en la simplicidad mediática.
Justo una medición que quizás no se repita en su mandato.
Justo un organismo cuyos datos económicos oficiales son tildados de no confiables en los informes del FMI, The Economist, CIA Factbook y cualquier cosa que uno toque (los antiimperialistas que me expliquen por qué las de Venezuela no son cuestionadas).
Justo cuando por este motivo nadie se escandalizaría si las cifras oficiales fueran cambiadas por otras que al menos PAREZCAN verdaderas.
Justo cuando los acreedores exigen información verificable para prestar a Argentina.
Justo un número que obligaría al Gobierno a pagar por lo que no es cierto.
Justo un pago que podría ser amenaza de denuncia de malversación de fondos.
Justo un pagaré del que no obtendría más que la imagen mental del especulador que cobra.
Justo un asiento contable de simulación de riqueza, que lo obligaría a explicar que no tiene para repartir lo que todo el mundo sabe que no tiene: el producto real de un país que realmente prospera.
Perdón por un post tan largo, Homerius.
Saludos