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La salida del default / Señales contradictorias
El Gobierno pone un freno al avance de un acuerdo con el FMI
No hubo funcionarios en la recepción de la nueva representante del organismo en el país
Martín Kanenguiser
LA NACION
Habrá que ver si fue por la amenaza de lluvia o para no causar enojo entre los Kirchner, pero lo cierto es que el cambio de representante del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el país no contó anoche con la presencia de ningún representante del Gobierno.
En la despedida de Gastón Gelós y la llegada de María de los Angeles González-Miranda, numerosos economistas y diplomáticos dijeron presente en el hotel Panamericano.
Sin embargo, luego de que trascendiera que el cambio de representación argentina ante el FMI en Washington implicaría "un aval" para avanzar en una normalización de las relaciones, al parecer hubo una orden de "enfriar" el tema.
Así lo dieron a entender a LA NACION algunos de los invitados al cóctel, sorprendidos porque ni siquiera estaba el nuevo funcionario que viajará a EE.UU. para llevar la voz del Gobierno en el organismo multilateral, Alfredo Mac Laughlin.
Personas del entorno de Mac Laughlin habían dado a entender previamente que había un aval del matrimonio presidencial para encarrilar la relación con el FMI y negociar un acuerdo con el Club de París.
Mac Laughlin ayudó a Néstor Kirchner a manejar en el exterior el dinero de Santa Cruz como ejecutivo del Deutsche Bank, y luego fue secretario de Finanzas en la cuestionada gestión de la ministra de Economía Felisa Miceli. Al respecto, mientras degustaba ragú de cordero y champagne, un diplomático recordó: "Mac Laughlin fue el último funcionario del kirchnerismo que tuvo buena relación con el Fondo".
Tampoco llegó al hotel céntrico el ministro de Economía, Amado Boudou, pese a que personal de Ceremonial del Palacio de Hacienda estuvo esperándolo 90 minutos.
En Ministerio de Economía explicaron a LA NACION que Boudou "tenía muchas reuniones" que le habían impedido asistir.
Posiblemente más preocupada por su continuidad que por mantener buenas relaciones con el FMI, tampoco estuvo la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont. Sin embargo, la posibilidad de que el Ejecutivo envíe o no el pliego al Senado para renovarle su mandato fue uno de los temas centrales de la noche. "Ahora tiene alguna chance más que hace 20 días, por haber convalidado la explosión de la emisión monetaria", dijo un analista cercano a ella.
En otro rincón del salón, pese a la falta de interlocutores oficiales, expresaban su confianza en que el Gobierno ya diera señales de que quiere acordar con el Club de París, para saldar unos US$ 7000 millones impagos desde fines de 2001.
"El canje fue un buen paso, aunque no permitirá cerrar la cuestión de los bonistas que siguen en juicio, porque el porcentaje de aceptación no fue tan elevado como para dejar sólo los fondos buitre. Pero igualmente fue el paso necesario para encarar ahora la cuestión del Club", detalló el diplomático.
En cambio, un colega opinó: "El Gobierno tiene una posición tan ambivalente en esta cuestión que está claro que no tiene intención de negociar con el Club". La opción más previsible, agregó, "sería resucitar el decreto de 2008, que habilitó el pago al contado" y le evitaría tener que pasar por el filtro del FMI.
A un costado, observaba atenta todas las conversaciones la mexicano-española María de los Angeles González-Miranda, sucesora de Gelós. Doctorada en Economía en la Universidad de Princeton, cubrió posiciones del FMI en Bolivia, Perú, Ucrania, Uganda y Uruguay, antes de pasar a ocupar cargos jerárquicos.
También fue subjefa de la división del Departamento del Hemisferio Occidental para la zona del Caribe, hasta que aterrizó en Buenos Aires. Por su parte, Gelós, doctor en Economía de Yale, fue representante del FMI desde 2007 ante los gobiernos de la Argentina y Uruguay. Ahora volverá a Washington, donde a principios de octubre estará Boudou para la asamblea anual del FMI.
Cerca de las 21, se retiraron los últimos invitados, tristes por la partida de Gelós y desconcertados por el cambiante discurso del Gobierno en torno al FMI.
Interesante artículo (parece que el gobierno sigue queriendo esquivar al fmi). Lo más interesante es esta parte, que cito a continuación, que coincide con lo que piensa criacuervos y con lo que pienso yo sobre el resultado del canje (y más creo desde que de manera incomprensible siguen dilatando la liquidación de los bonos): "El canje fue un buen paso, aunque no permitirá cerrar la cuestión de los bonistas que siguen en juicio, porque el porcentaje de aceptación no fue tan elevado como para dejar sólo los fondos buitre".
En otras palabras está diciendo que el canje fue un fracaso ya que no sirvió, dado la aceptación que tuvo, para aislar a los buitres