Creo que cierta clase de argentino (son muchos) aplica una "mini hermeneútica de la sospecha" casi cotidianamente.
Una muestra muy representativa, de esa característica tan arraigada en nuestro ser cultural, la puso y la pone en juego como estrategia comunicacional y de construir realidad, a veces grotesca y groseramente, el propio kirchnerismo. Por momentos esa manía "desenmascaradora" a mi me hartó. Pero es lo que hay !!!.

