Luca escribió:bien fede, sumale a eso los reactores que Alemania paró, esa electricidad del sol y el viento no va a venir: petroleo y gas. A eso sumale que oriente (olvidado por estos dias) tiene unos problemas graves, y no me refiero solo a libya.
Cada vez van a ver con màs cariño a pbr, me parece que el castigo por la megaemisión fue excesivo.
Santi, se referia a plataformas offshore (mar adentro), petroleo en tierra ya casi ni se encuentra, las reservas grosas estan en aguas profundas.
saludos
Esta semana Bahréin ha sido noticia por dos cosas: el ingreso de tropas de Arabia Saudita para controlar las protestas y la declaratoria del Estado de emergencia. El Rey Al-Khalifa decidió “autorizar al comandante de las fuerzas armadas de Bahréin de tomar todas las medidas necesarias para proteger la seguridad del país y de sus ciudadanos”, es decir, una clara declaratoria de guerra a los manifestantes.
La caída de ese pequeño país de sólo 800.000 habitantes, podría ser peor que incluso la caída de Egipto. Si cae Bahréin, sería el primer país con monarquía que cae, lo que sería una advertencia para Arabia Saudita, Jordania, Marruecos y Siria: a los reyes también se les puede echar del trono.
Sería el primer país fuera de África en caer y además el primero del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico (que lo compone junto con Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos). Esto enviaría un peligroso mensaje a los pueblos del golfo.
Bahréin es una monarquía suní que controla todos los niveles del poder. La comunidad chií, que representa la mayoría de la población, está excluida. Inicialmente los manifestantes pedían reformas que incluían una monarquía constitucional (no pedían la salida del rey), pero el uso de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad provocó una demanda mayor: la caída del régimen de Al-Khalifa.
Bahréin es la sede de la V Flota de los Estados Unidos de América, la cual juega un papel esencial en la zona, especialmente de cara a Irán. Un triunfo chií podría hacer peligrar la presencia militar de los Estados Unidos. La política de Obama se ha limitado a recomendar al Rey no usar la fuerza contra los manifestantes pacíficos.
Pero el que sea una mayoría chií la que tomase el poder no significa que, necesariamente, estaría a favor del gobierno de Irán, sino que podría ser un mal ejemplo para las masas iraníes, por eso también preocuparía a este país un triunfo de las revueltas en Bahréin. Aunque el 70% de la población es chií, uno de los gritos que más se oye es “ni suníes ni chiíes, somos bahreiníes".
Un nuevo país bajo control chií en la zona sería un dolor de cabeza para Israel, que ya tiene bastante con Irán y con Hezbollah en el sur del Líbano, y el miedo a que los chiíes en el poder se sumen a la lucha palestina en su política internacional preocupa a Tel Aviv.
Para Europa “ya está bien” tanta protesta, el dinero es cobarde y la inestabilidad regional sólo sirve para disminuir las inversiones y disparar el precio del petróleo, tanta sed de democracia no es buena para los negocios.
Arabia Saudita se sentiría amenazada por un régimen chií el cual, además, podría motivar a la minoría chií en su propio territorio. Lo une a Bahréin, además de muchos lazos económicos, una carretera por donde van y vienen personas y productos. La represión de la revuelta está siendo apoyada por fuerzas de seguridad de Arabia Saudita y Bahréin sería el sitio de prueba de cómo los otros estados del Golfo manejarían sus propias protestas.
Para resumir, a los únicos que les sirve que caiga Bahréin es a su pueblo. Ojalá caiga el régimen monárquico en Bahréin.