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13 MAR 2011 08:25h
INDEC
El maquillaje del INDEC infla el crecimiento real de la economía
La subestimación de la inflación es una de las causas por las que las estadísticas del PBI son cuestionadas por las consultoras.
PorAnnabella Quiroga
aquiroga@clarin.com
Con la alteración por parte del INDEC de las cifras oficiales de inflación hay otras variables macroeconómicas que terminan siendo maquilladas. La variación real del producto bruto interno (PBI) es uno de esos índices. Para el INDEC, el crecimiento económico de 2010 fue de 9,1%. Para algunas de las consultoras privadas que realizan sus propias mediciones de inflación y son cuestionadas por ello por el secretario del Comercio Guillermo Moreno, la variación fue menor, en torno al 7%.
La punta del ovillo de esta madeja está en que en el cálculo del producto bruto entendido como el conjunto de bienes y servicios que un país genera en un año la inflación juega un rol de peso. La explicación está en que, para medir el PBI, el INDEC se basa en parte en el Indice de Precios Implícitos (IPI). Este indicador se utiliza para estimar cuánto creció la economía realmente. En términos simples, si una empresa facturó $100 millones más que el año anterior, para saber cuánto aumentó realmente hay que restarle el efecto de la inflación. "En este sentido, el aumento real del producto se obtiene a partir de restarle al crecimiento nominal de la economía ("facturación") el aumento del IPI ("cantidades").
Por ello, de subestimarse el incremento de los precios implícitos, se sobrestimaría la expansión real del producto", sostiene la consultora Finsoport.
Para corregir esta distorsión, las consultoras deflactan los datos reales de la evolución del PBI utilizando su propia medición de inflación. Así, Finsoport calcula que el crecimiento real de 2008 fue del 6% en lugar de 8,6%, como dijo el INDEC. El mismo efecto puede verse en la recesión de 2009, año en el que, según el organismo oficial, el producto se expandió 0,9%, mientras que para la consultora de Jorge Todesca se habría contraído 4,1%. Finalmente, la expansión real de 2010 habría sido de 7% en lugar del 9,1% que postula el INDEC (ver infografías).
Números similares manejan en Economía & Regiones (E&R). El Indice Sintético de Actividad Económica que elaboran muestra, en los doce meses de 2010, una suba de 6,8% respecto del año anterior.
"En diciembre de 2010, la actividad recuperó y superó los niveles alcanzados antes de la crisis internacional, período en el cual la actividad se contrajo un 4.5%", sostienen los analistas.
Está claro que las cifras de las consultoras no tienen el mismo rigor que las del INDEC ya que "no cuentan con toda la información necesaria para realizar una estimación estadística de máxima precisión", sostiene Finsoport.
Esto lleva a los analistas a utilizar metodologías diferentes para alcanzar mediciones aproximadas a las reales.
Para hacer sus cálculos, las consultoras se valen de algunas estadísticas oficiales que siguen siendo confiables y de las relaciones históricas entre algunas variables económicas, como la elasticidad entre las importaciones y la expansión del PBI.
Finsoport también utiliza este índice corregido para calcular la expansión real que tuvieron los distintos sectores. Por el lado de la industria, determinan que "el crecimiento se basó en escasas actividades, principalmente en los sectores automotor y siderúrgico, en tanto que algunas ramas manufactureras mostraron crecientes dificultades frente a la gradual apreciación del tipo de cambio real". Por otro lado, al interior del sector agropecuario, "la soja alcanzó niveles de producción récord, frente al declive del trigo y, fundamentalmente, de la faena bovina".
En esta realidad despareja de la industria puede verse otro de los efectos de la inflación: la suba de precios y las políticas oficiales desalientan las inversiones. E&R sostiene que "la contracara de la expansión industrial se pone de manifiesto en la merma del nivel de actividad de los rubros combustible y alimentos. Ambos sectores presentan problemas de oferta, producto de un déficit de inversión como consecuencia de la política de precios regulados que implementó el Gobierno nacional para contener la inflación".
Pero a la vez, la escalada de los precios termina estimulando las ventas (ver recuadro). La inflación empuja a gastar y esto beneficia a los comerciantes minoristas. Según E&R, en diciembre de 2010 este segmento exhibió un crecimiento real del 6% respecto a igual mes del año anterior.
Desde el Estudio Bein, Marina Dal Poggetto minimiza el efecto que la subestimación de la inflación oficial tiene sobre la estimación final del PBI. "Son muy poquitos los sectores en los que se calculan las cantidades deflactando la inflación, esto ocurre con rubros como hoteles y restaurantes o el sector financiero. Por lo tanto, el impacto de la subestimación de la inflación es acotado". Sin embargo, señala que en 2008 y 2009 ha habido una subestimación de la desaceleración y la caída del PBI. Para el Estudio Bein, el PBI cayó 2,5% en 2009, mientras que en la medición oficial subió 0,9%. "Es imposible reproducir la metodología que utiliza el INDEC; entonces, lo que se hace es tomar indicadores parciales y contrastar, por ejemplo, las cifras sectoriales del INDEC con las que aporta el sector privado a través de cámaras y asociaciones. Es ahí donde notamos algunas inconsistencias en 2008 y 2009".
Dal Poggetto destaca que "lo que estamos viendo desde el año pasado es que las diferencias entre los datos del INDEC y los del sector privado empezaron a achicarse.
De hecho, hay sectores como la industria y la construcción en los que el INDEC registró en 2010 un crecimiento menor al reflejado por las privadas". Para el Estudio Bein, el crecimiento del año pasado fue de 8,8%, casi en línea con el 9,1% oficial.
La proyección de Finsoport para 2011 es que "el crecimiento del sector productor de bienes se desacelerara ya que la base de comparación será elevada. Al interior de ese segmento, se proyecta que persistan las heterogeneidades señaladas para el año pasado, tanto en la industria como en el agro".
Con este diagnóstico estiman que el crecimiento real será del 5%.
Las consultoras privadas proyectan una expansión real de la economía para este año de entre el 5 y el 7%.
Para E&R, la proyección de crecimiento es de 5,5,%, mientras que el Estudio Bein anticipa una expansión del PBI del 6,9%