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Publicado: Vie Ene 23, 2015 8:24 am
<< Nota Anterior Nota Siguiente >> edición impresa Financial Times 23.01.15 | 00:00
La austeridad podría impactar en el crecimiento de Brasil
Financial Times
En una entrevista con FT señaló que las políticas anticíclicas tienen un límite, mostrando como ejemplo que las otras grandes economías cambiaron su postura
por GIDEON RACHMAN Y JOE LEAHY
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Twittear Brasil está por entrar en un período de austeridad y reformas del lado de la oferta, incluyendo cambios en los programas de bienestar social como los beneficios a desempleados, aseguró Joaquim Levy, el nuevo ministro de Finanzas.
Durante una entrevista que concedió a Financial Times durante el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, Levy aseguró que para poner en orden las finanzas del gobierno, "tendremos que recortar varias áreas". Mencionó su intención de "deshacerse de subsidios y fijar los precios adecuados," especialmente en el sector energético, entre otros. Además, Levy quiere reformar los programas de asistencia social del gobierno con el argumento de que el diseño de los beneficios a los desempleados del país quedó "completamente obsoleto".
Levy reconoció que un período de austeridad podría tener un impacto en el crecimiento económico: "Creo que no se puede descartar como posibilidad que un achatamiento del crecimiento, si bien la expansión del PBI en Brasil es resistente". Aseguró que el país ahora necesita más reformas en el lado de la oferta que un estímulo en la demanda, y expresó su confianza en que "una vez puesta la casa en orden, la reacción será positiva".
La eliminación de los subsidios y la reducción de beneficios sociales constituyen una tarea políticamente sensible en Brasil, donde un inesperado aumento del boleto de ómnibus provocó manifestaciones masivas en 2013. Una de las primeras medidas que tomó la presidenta Dilma Rousseff después de ganar su segundo mandato en octubre pasado fue reducir los beneficios a los desempleados y jubilados mientras los gobiernos estaduales y municipales subían la tarifa del pasaje de ómnibus.
En un esfuerzo por controlar la inflación, el banco central también subió la tasa de referencia Selic en 50 puntos básicos a 12,25%, el nivel más alto en tres años. El mes pasado ya hubo protestas violentas como consecuencia de los aumentos en el precio del transporte público en San Pablo.
Pero Rousseff hasta ahora no retocó el popular programa "Bolsa Família", que ayuda directamente a los pobres, y prometió continuar con los aumentos al salario mínimo. Levy, que también dejó en claro que Bolsa Família no sufrirá modificaciones, aseguró que "las manifestaciones de 2013 pedían un gobierno mejor, no un gobierno más grande." Confía en que "en Brasil la mayoría de la gente está preparada para pagar por los servicios", aseguró.
Probablemente, muchos empresarios y financistas presentes en Davos reciban con entusiasmo el mensaje del ministro de Finanzas de Brasil. La imagen del país se deterioró en los últimos años entre los inversores, preocupados por el lento crecimiento y las políticas gubernamentales, que son ampliamente consideradas como excesivamente intervencionistas y despilfarradoras. Levy indirectamente reconoció la necesidad de tener a favor los mercados financieros internacionales. "Debemos siempre ser concientes de nuestra calificación crediticia".
El ministro de Finanzas de Brasil también cree que sus reformas están en línea con las tendencias internacionales, en particular el freno a las políticas diseñadas para estimular la economía en Estados Unidos y China. "El mundo está cambiando y es momento de que Brasil cambie", afirmó agregando que "las políticas anticíclicas tienen sus límites, especialmente cuando uno ve que las dos economías más grandes del mundo también modifican su postura".
Si bien en Davos recibirán calurosamente los comentarios de Levy sobre disciplina fiscal y las reformas del lado de la oferta, también hay quienes temen que el ministro de finanzas no cuente con un respaldo inequívoco de Rousseff, conocida como líder intervencionista con fuertes instintos de izquierda. Pero Levy sostiene que esa preocupación no tiene fundamento. Según él, la mandataria es una "persona muy decidida y comprende las opciones". Y agregó: "No estoy solo en el gobierno" y contó que otros reformistas también se hicieron cargo de carteras clave en la nueva administración de Rousseff, como energía y agricultura.
Sin embargo, la designación de Levy es polémica porque el principal apoyo de la presidenta es el partido de los Trabajadores. En la campaña electoral de 2014, Rousseff no hizo mucho por preparar a sus seguidores para un período de austeridad y reformas de libre mercado.
La austeridad podría impactar en el crecimiento de Brasil
Financial Times
En una entrevista con FT señaló que las políticas anticíclicas tienen un límite, mostrando como ejemplo que las otras grandes economías cambiaron su postura
por GIDEON RACHMAN Y JOE LEAHY
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Twittear Brasil está por entrar en un período de austeridad y reformas del lado de la oferta, incluyendo cambios en los programas de bienestar social como los beneficios a desempleados, aseguró Joaquim Levy, el nuevo ministro de Finanzas.
Durante una entrevista que concedió a Financial Times durante el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, Levy aseguró que para poner en orden las finanzas del gobierno, "tendremos que recortar varias áreas". Mencionó su intención de "deshacerse de subsidios y fijar los precios adecuados," especialmente en el sector energético, entre otros. Además, Levy quiere reformar los programas de asistencia social del gobierno con el argumento de que el diseño de los beneficios a los desempleados del país quedó "completamente obsoleto".
Levy reconoció que un período de austeridad podría tener un impacto en el crecimiento económico: "Creo que no se puede descartar como posibilidad que un achatamiento del crecimiento, si bien la expansión del PBI en Brasil es resistente". Aseguró que el país ahora necesita más reformas en el lado de la oferta que un estímulo en la demanda, y expresó su confianza en que "una vez puesta la casa en orden, la reacción será positiva".
La eliminación de los subsidios y la reducción de beneficios sociales constituyen una tarea políticamente sensible en Brasil, donde un inesperado aumento del boleto de ómnibus provocó manifestaciones masivas en 2013. Una de las primeras medidas que tomó la presidenta Dilma Rousseff después de ganar su segundo mandato en octubre pasado fue reducir los beneficios a los desempleados y jubilados mientras los gobiernos estaduales y municipales subían la tarifa del pasaje de ómnibus.
En un esfuerzo por controlar la inflación, el banco central también subió la tasa de referencia Selic en 50 puntos básicos a 12,25%, el nivel más alto en tres años. El mes pasado ya hubo protestas violentas como consecuencia de los aumentos en el precio del transporte público en San Pablo.
Pero Rousseff hasta ahora no retocó el popular programa "Bolsa Família", que ayuda directamente a los pobres, y prometió continuar con los aumentos al salario mínimo. Levy, que también dejó en claro que Bolsa Família no sufrirá modificaciones, aseguró que "las manifestaciones de 2013 pedían un gobierno mejor, no un gobierno más grande." Confía en que "en Brasil la mayoría de la gente está preparada para pagar por los servicios", aseguró.
Probablemente, muchos empresarios y financistas presentes en Davos reciban con entusiasmo el mensaje del ministro de Finanzas de Brasil. La imagen del país se deterioró en los últimos años entre los inversores, preocupados por el lento crecimiento y las políticas gubernamentales, que son ampliamente consideradas como excesivamente intervencionistas y despilfarradoras. Levy indirectamente reconoció la necesidad de tener a favor los mercados financieros internacionales. "Debemos siempre ser concientes de nuestra calificación crediticia".
El ministro de Finanzas de Brasil también cree que sus reformas están en línea con las tendencias internacionales, en particular el freno a las políticas diseñadas para estimular la economía en Estados Unidos y China. "El mundo está cambiando y es momento de que Brasil cambie", afirmó agregando que "las políticas anticíclicas tienen sus límites, especialmente cuando uno ve que las dos economías más grandes del mundo también modifican su postura".
Si bien en Davos recibirán calurosamente los comentarios de Levy sobre disciplina fiscal y las reformas del lado de la oferta, también hay quienes temen que el ministro de finanzas no cuente con un respaldo inequívoco de Rousseff, conocida como líder intervencionista con fuertes instintos de izquierda. Pero Levy sostiene que esa preocupación no tiene fundamento. Según él, la mandataria es una "persona muy decidida y comprende las opciones". Y agregó: "No estoy solo en el gobierno" y contó que otros reformistas también se hicieron cargo de carteras clave en la nueva administración de Rousseff, como energía y agricultura.
Sin embargo, la designación de Levy es polémica porque el principal apoyo de la presidenta es el partido de los Trabajadores. En la campaña electoral de 2014, Rousseff no hizo mucho por preparar a sus seguidores para un período de austeridad y reformas de libre mercado.
