Extraido del foro vecino por JSBach
Definen esta semana baja de subsidios en gas y luz
Será retroactiva al 1 de diciembre. Afecta a hogares e industrias
Por: Silvia Peco
Esta semana será clave para el proyecto oficial de reducir los subsidios a las tarifas de los servicios públicos. El recorte comenzará con las tarifas de Edenor y Edesur, las dos únicas eléctricas que dependen actualmente del Estado nacional, y con las de gas para todo el país.
Es posible también que en un segundo plano haya una quita de subvenciones en las facturas de AySA , mientras las subas en el transporte público (trenes y transporte automotor) se anunciarían hacia fin de año. En cambio, por ahora no habría nuevos anuncios sobre subas de naftas. Aunque seguirá negociándose con las petroleras sobre precios e importaciones, la marcha de los valores al público dependerá sobre todo de lo que decida YPF, porque tiene el 60% del mercado y las otras empresas terminan siguiéndola.
Sobre la reducción de los subsidios, si, tal como dijo el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en un plazo de 10 a 15 días se anunciará un acuerdo de precios con las empresas formadoras de precios, el Gobierno tendrá que definir antes qué tarifas pagará la industria por el gas y por la electricidad. En la quita de subsidios que se realizó hace dos años, la industria quedó prácticamente exceptuada y sólo hubo recortes para el sector financiero y de seguros, y otros servicios.
El temor oficial fue siempre que un aumento en el precio de la energía que paga la industria repercutiera desfavorablemente en la espiral inflacionaria. El equipo de Axel Kicillof confía ahora en que con los datos de los costos de las industrias, nadie podrá sobredimensionar el impacto de un aumento de tarifas, pero este razonamiento seguiría chocando con reservas políticas.
En cuanto a los consumidores residenciales, la decisión de reducir subsidios está más afinada. Se sabe que se seguirá con criterios parecidos a los de 2011: menos subsidios para los que más consumen y para los hogares que se encuentran en zonas de ingresos medios altos, aunque con ajustes más moderados también para el resto de los domicilios.
El tema es más sencillo en el caso de la electricidad que en el gas, porque en el primer caso se trata de corregir tarifas sólo en Capital y en el Gran Buenos Aires, donde sería más fácil recurrir a evaluar, además del consumo, la valuación fiscal de la propiedad y la real a partir de elementos como la ubicación y el grado de confort, medido por la cantidad de metros cuadrados y la existencia de amenities en los edificios de propiedad horizontal, como salón de usos múltiples y de piscina.
En cambio, la quita de subsidios en el gas es más complicada, porque debe abarcar a los hogares del interior del país y muchos se ubican en zonas muy frías, de modo que debe haber mayor precisión para ajustar tarifas.
Con todo, lo que está planteado es un recorte de subsidios de modo que se contenga o disminuya la necesidad de que el Estado aporte cada vez más fondos para sostener sin cambios las tarifas de gas y las de Edenor y Edesur. Parece difícil, en cambio, que el Gobierno disponga alguna medida para mejorar los ingresos de las empresas privatizadas, aunque también podría volver al recurso que aplicó en diciembre de 2012, cuando se autorizó un aumento según el nivel de consumo de cada usuario y se obligó a las empresas a depositarlo en un fondo para obras, que sólo pueden usar tras la aprobación de los entes reguladores.
Se sospecha que como sucedió en 2011 y 2012, los ajustes comenzarán a regir desde el 1 de este mes, por lo cual también habría cierta premura por definirlos esta semana. Una vez conocida la decisión, las empresas de servicios tienen que elevar a los entes reguladores los cuadros tarifarios, después viene la aprobación y la publicación, y recién al término del proceso pueden aplicarse los cambios.
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