Roque Feler escribió:QUIZAS ALGUNA VEZ...
Quizás alguna vez, no importa cuando,
te quedes largo rato pensativa,
buscando aquel ayer que fue escapando
imperceptiblemente...día a día.
Quizás con unos ojos de poetiza,
o acaso de mujer enamorada,
adviertas que, mientras tu piel se eriza,
desfilan mil imágenes borradas.
Tal vez rememorando te torturen
los sueños y utopías del pasado,
e hiriéndote en el alma te pregunten
si aún los reconoces o has cambiado.
¿ Y sabes donde irán tus pensamientos
buscando una revancha vanamente
porque el reloj no tiene sentimientos
ni da oportunidades nuevamente?
¡Trasladarán tu mente hacia este instante
que hoy vives sin saber lo que darías
mañana, cuando todo esté distante,
por tan solo un minuto de este día!
Roque Feler, invierno de 1978.
Roque Feler, invierno de 1978
Roque Feler escribió:ALGUN DIA...ALGUNA VEZ
Una vez nos prometimos no buscarnos nuevamente,
aquella vez decidimos no pensar más en los dos,
ese día nos mentimos, nos mentimos mutuamente,
pues pensando un hasta siempre nos dijimos un adiós.
Porque nos dimos la espalda sin agotar las miradas.
Porque guardamos silencio con mil cosas por decir.
Porque a falta de coraje montamos la mascarada
de partir como si nada...de fingir y sonreir.
Algún día motivados por alguna golondrina
soltaremos las amarras al deseo de volver,
y al cruzar con mi mirada tu mirada cristalina
escuchar esas palabras silenciadas sin querer.
Algún día volveremos para indagar el motivo
y encontrar una respuesta a tremenda estupidez,
y en silencio algún reproche...y una mueca...y un suspiro,
por todo el tiempo perdido, algún día...alguna vez.
Roque Feler, primavera de 1980.
BAR PEDRIN
Afuera está el pavimento humedecido,
concierto para charcos y cubiertas,
y yo dentro del bar sintiendo el frío
de Junio que se filtra por la puerta.
Adentro hay otro otoño que encanece:
devotos de la timba y las carreras
que al arrullo de la lluvia se adormecen
saboreando alguna fija en la tercera.
Afuera hay un domingo que agoniza
sin niños ni partidos de primera,
adentro, bajo el horno de las pizzas,
un gato perezoso ronronea.
Afuera el viento que arremolinado
estampa una hoja seca contra el vidrio,
adentro el humo de un café cargado
y tu nombre en lo empañado...junto a un libro.
Roque Feler, otoño de 1996.