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Narcotráfico: Patricia Bullrich, el cerco salteño y la absurda idea de tapar el sol con un dedo
Por Christian Sanz
Patricia Bullrich es persistente, cabeza dura. Insiste en defender su decisión de colocar un alambrado de 200 metros en la zona fronteriza de Aguas Blancas, en Salta. La ministra de Seguridad jura que “es el punto más álgido de entrada de cocaína al país”.
¿Realmente cree la funcionaria que 200 metros de alambre van a ayudar a mermar el tráfico de estupefacientes que ingresa desde Bolivia?
La discusión que se da en estas horas en el país, que se traducen en horas y horas de programas de TV y entrevistas radiales, es absurda por donde se la mire. E infructuosa.
Al fin un periodista cuerdo
El ingreso de narcóticos a la Argentina desde Bolivia se da por diversas vías: terrestre, fluvial y aérea. Ello ya es todo un tema, porque no hay manera de “atajar” su entrada al territorio local.
A su vez, hay infinidad de pasos ilegales, muchos de los cuales son más relevantes que Aguas Blancas. Uno de ellos es Salvador Mazza, donde llegó a haber una vivienda dividida entre ambos países. Así como suena: la mitad en suelo boliviano y la otra en terruño argentino.
Y no sólo hay filtraciones en Aguas Blancas o Salvador Mazza. Hay otros cruces entre ambas naciones, como El Condado, La Mármora y Villazón.
Ergo, creer que un alambrado de 200 metros —lo que equivale a unas dos cuadras— puede amortiguar el impacto feroz del tráfico de drogas, es de una puerilidad que asusta.
Está bueno para la “gilada”, para los debates televisivos y radiales, pero no más que ello. Creer lo contrario, es asumir que la ciudadanía es imbécil. Seguramente es lo que intuyen los políticos argentos.
Muy elocuente la nota. ¿Pero entonces que hacemos?
Cualquiera sabe que en todo este run run de la droga se trabaja para la gilada.
Agarran un cargamento de 20 kg de coca y hacen un barullo.
Si sacamos la cuenta en Argentina se consume mas de 1.000 Kg por día. Con el alambrado no alcanza, es cierto.
Pero hay que comenzar con el mensaje como mínimo, y los 200 m de alambrado, es decir, "Cuídense porque va en serio". Aunque sea también para la gilada.
El LEON se copia de TRUMP, que quiere llevar el paredón desde el Atlántico al Pacífico en la frontera con México.
Lo cierto es que la droga la manejan los políticos, y entre ellos no se van a pisar la manguera porque prenden fuego el Congreso.
Acá lo que deberíamos hacer es presionar, en este caso a Bullrich, para que realmente tome medidas concretas.
Si nos da bola, veremos que hasta los pibes de la calle viven de la droga.
Moraleja: El mundo está infectado con este flagelo. Dejemos que los demás hablen y arranquemos por cuidar nuestro entorno que es la única forma de sacar las papas del fuego.
Ya, en su momento lo dijo LESTELLE: LOS DIPUTADOS LE DAN A LOS NARIGUETAZOS EN LOS BAÑOS DEL CONGRESO.
¿Que pasó?
Media hora después fue despedido por el impresentable CHACHO ALVAREZ.
Para muestra solo hace falta un botón.