No hay forma que salga mal, lo que está en juego es la velocidad, la secuencia que depende de la confianza de los inversores y el 55% de la opinión pública, ...no hay que pelearse con los agoreros ni con los prebendarios ni con los que ya fracasaron.
Las palabras se las lleva el viento, hay que apoyar con hechos, con inversiones, con sacrificio, cada uno desde nuestras posibilidades, como la generación que hizo el milagro de sacar al país del infierno.