Kamei escribió: ↑ escribió: ↑Los políticos, aunque parezcan ser de otra raza, representa nuestra idiosincrasia... Para decirlo de otra forma... Nos representan, no a todos pero si a la media... Somos ventajistas, cuando podemos joder a alguien lo hacemos, así somos, y así son los políticos.
Así somos... Argentinos.
Saludos,
no crei que podia pasar pero coincido con Kamei
el argento tiene un entrenamiento en la truchada, el que sea, pasar el peaje, no pagar impuestos, no emitir facturas, no declarar los articulos comprados en el exterior, 5 iphones uno para el tio, para el sobrino, para la trola.. ni hablar de la salada, la saladita y no se cuantas truchadas de ropa, repuestos de autos robados, etc - hay que ser sinceros.. que profesional emite las facturas que debe hacer??.. yo no conozco uno!!- ya sea abogado, medico, odontologo.. nadie.. y obviamente el politico es una fiel copia o viceversa.. CFK declara tener 200K verdes.. !! jaja dejense de joder.. y mas.. cada uno de los que esta aca,, quien declara en BBPP al valor real los inmubles??
el que aca dice que garpa todo, no evade nada, no guarda USD grones, etc.. no le creo porque el propio sistema funciona con una economia en negro del 45% minimo!!..
el politico tiene un limite para gastar en campaña y con toda la publicidad qeu hacen es por lo menos 5 veces mas de lo declarado..
nadie mea agua bendita.. aca todos somos responsables.. lo que sucede es que el sistema funciona - o no funciona-asi
en otros sistemas tipo USA.. deja de pagar el tax anual !! te rompen el ogt..el valor sobre el que pagas no es el real pero esta cerca... en argenta hay propiedades de conocidos - en zona norte muy bien ubicados y grandes casas que hace 10 o 15 años no garpan nada!.. ni hablar de zonas mas humildes.. impuestos cero!..
el sistema argento es un sistema corrupto.. y las personas se adaptan porque sino como sobreviven??
Surero escribió: ↑
El comentario revela una lamentable resignación ante la corrupción y el oportunismo que parecen caracterizar a la política argentina. No solo perpetúa una visión negativa de la idiosincrasia nacional, sino que también minimiza la posibilidad de cambio y mejora. Esta perspectiva pesimista y generalizadora solo perpetúa el ciclo vicioso de malas prácticas y falta de responsabilidad en el ámbito político, dejando de lado cualquier esperanza de progreso real.