

"La Argentina se enfrenta a un 2022 en el que la tasa de crecimiento vista este año, resultado del rebote tras la pandemia, va a desacelerarse en forma abrupta. No se ven en el horizonte cercano soluciones significativas para una inflación que marcha en torno al 50% anual sin anclas a la vista y tampoco para el persistente déficit fiscal, mientras que el peso va a necesitar devaluarse y un programa con el FMI difícilmente sea suficiente para torcer el rumbo. Esa visión tan oscura surge del análisis que hizo sobre el país uno de los gigantes de Wall Street."
Alberto Ramos, jefe de research para América Latina de Goldman Sachs, asegura que variables como la actividad económica y el frente cambiario empeorarán el año ppróximo.