NOTA PARA LEER CON DETENCIÓN...
La provincia de Buenos Aires ya ha legalizado el juego online y siete operadores han obtenido la licencia para operar en ese departamento. Con esta situación, le hemos preguntado a distintas empresas de la industria cómo ven el futuro del iGaming en el resto del país. Y hay opiniones para todos los gustos.
En opinión del director ejecutivo de Pronet Gaming, Alex Leese, el mercado total de juegos de azar de Argentina se estimó en $415 millones a fines del año pasado. Y todos esos fondos, menos el 7 por ciento, fue generado por ingresos minoristas.
“Todavía tenemos que ver el impacto final de COVID-19 en esa cifra, después de que los casinos presenciales fueron cerrados por razones de seguridad. No hace falta decir que es probable que sea significativo”, afirma Leese.
Que añade, que, “sin embargo, también lo será el porcentaje cada vez mayor de quienes apuestan en línea, tanto por necesidad como por cualquier otra cosa, ya que el comercio minorista pierde participación en el mercado”. E incide en que, “como era de esperar, la noticia no pasó desapercibida para el Gobierno, que recientemente aumentó los impuestos en línea del 2 al 5 por ciento”.
UN PLAN DE FUTURO
“Afortunadamente, la Provincia de Buenos Aires nos ha proporcionado un plan para el futuro; siete operadores tuvieron la oportunidad de instalarse en línea, y queda por ver si la Ciudad de Buenos Aires seguirá el modelo de autorización, a diferencia de las concesiones, y si ese modelo prevalecerá en el resto del país”, asegura. Pero, entretanto, Leese reconoce que las marcas de apuestas deportivas tienen mucho en qué reflexionar.
Para los operadores europeos, considera que “los contactos locales serán esenciales en ausencia de un proceso de contratación formalizado. Conocer gente que conoce a los reguladores, políticos, asociaciones deportivas y clubes de fútbol valdrá su peso en oro. Los que obtengan los mejores patrocinios y obtengan su marca correctamente desde una perspectiva local serán los ganadores”.
Además, está el producto. Que “debe ser perfecto”, según él. “He escuchado muchas conversaciones condescendientes sobre el contenido «tropicalizado» recientemente, y no podría estar más en desacuerdo”.
Para Leese, “los productos deben ordenarse correctamente y se deben incluir bingo y video bingo adicionales junto con las opciones de pago locales, pero los clientes argentinos no son menos sofisticados que sus contrapartes en otras partes de América Latina o Europa”.
LOS DEPORTES ELECTRÓNICOS
“Es posible que sea conveniente proporcionar opciones más avanzadas como los deportes electrónicos. Que, de hecho, tienen un único enfoque en línea y pueden actuar como un sargento de reclutamiento para la próxima generación de clientes”, indica.
Para el director de desarrollo comercial de GAMING1, Víctor Araneda, existe un claro valor tras la oportunidad del mercado argentino. Y “aunque tengo un fuerte apego a la Ciudad de Buenos Aires, la naturaleza de su marco federal agrega más complejidad a un mercado que ya es difícil”.
A pesar de la oportunidad de crear empresas conjuntas con operadores locales para obtener licencias, desde GAMING1 “decidimos dejar pasar la oportunidad de Argentina por ahora”.
“Muchas de nuestras razones para esta decisión están relacionadas con el riesgo macroeconómico general que presenta el mercado, así como con el frágil entorno político”, añadió.
Además, Araneda puso de manifiesto las “preguntas sin respuesta en términos de competitividad para esas licencias; la desigualdad de sus condiciones; restricciones de comercialización, impuestos, cumplimiento y similares”.
¿ARGENTINA O COLOMBIA?
En ese sentido, Araneda insistió en que “sería difícil comparar a Argentina con Colombia”, porque el modelo de regulación en Colombia es unificado, pese a “su mayor tamaño y diversidad geopolítica, lo que permite un panorama competitivo. Es difícil imaginar países que no sean mercados de alto valor, como Estados Unidos y Alemania, que persigan modelos regulatorios fragmentados en toda la provincia para una operación moderna y eficiente”.
“Por supuesto, dado el entorno en desarrollo, esto sin duda será el doble de difícil en Argentina, donde la oportunidad es considerablemente menor. Aún así, no es difícil proyectar un comienzo sólido para muchos de los operadores recién licenciados de la región, y esperamos con interés el progreso futuro en esta área”.
Por su parte, el gerente de Desarrollo de Negocio en OneTouch Technology, Unai con** Olabarrieta, cree que el ejemplo de la provincia de Buenos Aires será observado muy de cerca por el resto de las regiones del país.
“La Provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires son dos jurisdicciones separadas, pero solo esta última ha implementado nuevas medidas. Algunos han establecido paralelismos entre ese enfoque localizado y la regulación estado por estado vista en los Estados Unidos”.
Sin embargo, indica Unai con**, estas comparaciones son inexactas “porque las autoridades regionales de Argentina tienen poderes de ejecución limitados y no pueden desconectar sitios sin licencia. En cambio, la estructura gubernamental del país significa que esos poderes recaen en el gobierno federal”.
INCENTIVOS
Eso, para él, plantea la pregunta sobre qué incentivos existen para la cooperación empresas que cumplan con las nuevas normativas locales. En primer lugar, asegura que “es probable que muchos lo hagan por razones de relaciones públicas. Algunos también pueden calcular que tener una licencia en Buenos Aires lo coloca en una posición sólida, siempre y cuando se implemente la regulación a nivel nacional”.
“Una reglamentación justa y apropiada de sentido común fomenta el surgimiento de una nueva industria localmente, mejora la calidad y seguridad de los productos que se ofrecen. Y sirve para recaudar el capital que tanto necesita la economía nacional”.
con** incide en no perder la vista a la protección de los jugadores, “en un momento en el que la atención de los medios sobre nuestra industria es más brillante que nunca. La protección de los jugadores debe seguir siendo una alta prioridad”.
“Y en una economía global devastada por la pandemia de coronavirus, también deberían hacerlo los ingresos fiscales”, concluye.

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