19:30hs Clarin
Privatistas vs. estatistas demora un plan para que haya gas
Es la razón por la cual Alberto dice que no tiene plan. La confesión dispara la pelea de las tribus para imponer los suyos. El viernes, el Gobierno debió presentar la versión final del plan Gas 4, un programa de promoción de esa industria, que tiene el apoyo de los empresarios y los gobernadores, pero que enfrenta a los dos sectores del Gobierno, estatistas y privatistas. Los estatistas resisten en los organismos de control que ocuparon delegados del Instituto Patria, como Francisco Bernal en el Enargas y Federico Basualdo en el ENRE. Los privatistas han avanzado en el plan “Gas 4”, atados a Alberto y a Matías Kulfas, que buscan mantener un formato de participación público-privada. La presentación se postergó para el próximo viernes 21 y será objeto de un decreto que el Gobierno promete para antes de fin de mes.
El ministro Matías Kulfas avanza en un plan para mejorar la producción e inversiones en el sector energético.
El plan confía dar condiciones para el reencarrilamiento del sector, golpeado por la crisis del negocio de los hidrocarburos en el mundo, la crisis económica prevalente, y los efectos de la peste. Los gobernadores de provincias productoras pueden llegar a plantear diferencias, pero no lo rechazan porque protege sus regalías. Los neuquinos se entusiasman porque el ser el gas natural la fuente que cubre el 60% de las necesidades de la matriz energética nacional, el plan puede generar abastecimiento de energía, con inversiones que permitan disminuir la importación de gas, y proveer energía en los meses de invierno. Los mendocinos, que tienen petróleo, por ahora la miran de afuera, pero siempre tienen para ellos una parte de Vaca Muerta. El plan propone contratos de 4 años -renovables para la especialidad off shore por un plazo similar- y permite el otorgamiento de permisos de exportación firme durante los meses de baja demanda doméstica. Esto amplía la demanda y puede generar el ingreso de divisas al país.
Quién le pone el cascabel al cepo
El plan está descrito en un informe de 93 puntos que hizo circular la semana pasada el subsecretario de Hidrocarburos Juan José Carbajales con el título de "ESQUEMA DE OFERTA Y DEMANDA DE GAS NATURAL 2020-2024". El viernes, el ministerio de Kulfas tenía preparada una presentación ante gobernadores y empresarios, todos entusiasmados por el plan, pero a última hora se suspendió por una semana. El documento es largo y exhaustivo, y algunos pidieron revisarlo bien antes de formalizar esta, que sería la tercera presentación. También falta resolver un detalle, quizás el más importante: ningún plan puede funcionar con el cepo al dólar. El gas es un negocio global y se hace en dólares.
La primera presentación la hizo Carbajales hace diez días en una charla virtual con la AmCham (Cámara de Comercio Argentino Americana) en donde fue aclamado por representantes de la firmas que están en el negocio. Retuvieron de esa exposición que el funcionario dio a entender que habrá aumento de las tarifas y que los subsidios se usarán para pagar la diferencia. Horas más tarde, el jueves 6 de agosto, Kulfas hizo otra presentación ante las empresas junto a Carbajales y el CEO de YPF, Sergio Affronti. Este grupo está enfrentado con el de los funcionarios del ala estatista. Estaba invitado el interventor del Enargas, Bernal, pero no apareció. Bernal es el martillo de los empresarios, que le atribuyen pertenecer a la tribu que quiere la vuelta de Segba y Gas de Estado, dos sellos para la nostalgia.
El sector logró en el Senado la derogación del DNU de Mauricio Macri, que ordenaba el pago a las empresas de gas de una compensación por la pesificación de las tarifas. Esa norma destinaba recursos por más de $ 25.000 millones para las empresas, en 30 cuotas a partir del 1° de enero del 2019, de la cuales al 10 de diciembre sólo se había abonado una. Bernal denunció a los ex funcionarios de Macri por haber ordenado esos pagos y paralizó todo. La insistencia de Kulfas en el plan Gas 4 implica un avance de las empresas, que escuchan desde el 10 de diciembre que el ministro y Alberto Fernández creen que debe haber un retoque de tarifas. Pero hasta ahora nadie mueve un papel.