[quote="DON VINCENZO" Estimadisimo sr y amigo DON VICENZO ,,que tal he ,, usted siempre inculcando , he ,,,leyendo un poco su cortesía , me dije , hoy pagamos miles de USD por una casa y los ranqueles se la daban""" por una damajuana de vino """ jajaja

parece que algunos quieren cambiar DAMAJUANAS DE VINO ..POR UNAS BOLDT JAJAJA

De qué trata[editar]
Toldo de cueros pampeano, de origen tehuelche, similar a los usados por los ranqueles como vivienda (1897).
La travesía del coronel Mansilla ―18 días entre el 30 de marzo y el 17 de abril de 1870― junto a 18 hombres casi desarmados, dos de ellos misioneros franciscanos, consistió en un viaje de unos cuatrocientos kilómetros a caballo, desde el fuerte cordobés Sarmiento de Río Cuarto hasta la laguna Leuvucó en los actuales límites de la provincia de La Pampa y la provincia de San Luis. En este último lugar, en el que permaneció 18 días, se encontraban las tolderías de Leuvucó, donde Mansilla, charló con Mariano Rosas intentando convencerlo de refrendar un tratado de paz que en verdad él sabía tenía una validez relativa, ya que si bien Domingo Faustino Sarmiento lo había aprobado como presidente, aún faltaba que lo aprobara el Congreso.
El tratado además proponía la compra a los indígenas de sus territorios, los cuales sin embargo aún no se les habían reconocido. Más aún, una ley de 1867 ordenaba su expulsión al otro lado del río Negro.
Mansilla en principio no tuvo escrúpulos con todo esto: su viaje tenía como objetivo ganar tiempo hasta que se diera la batalla definitiva. Sin embargo, después de reconocer a los ranqueles, tuvo para ellos palabras de apoyo y defensa. A su vez ellos mostraron recelo y escepticismo durante la presencia de la expedición. En realidad Mansilla, pese a que quedó fascinado por el estilo de vida de los ranqueles, como eurocriollo veía el progreso en el avance y la ocupación de tierras para la agricultura y la ganadería. Tras ese objetivo condujo sus tratativas, y sus verdaderas intenciones se reconocen en su intervención como diputado en el Congreso Nacional. En la sesión del 18 de agosto de 1885 se opuso a que se les concedieran tierras a los ranqueles, aduciendo que las venderían «por una damajuana de vino». También se opuso a que se los considerara «ciudadanos».
En su excursión describe las paradas, el trabajo de los rastreadores, sus extravíos, o el envío de chasquis.
Reproducimos aquí un fragmento del libro, que trata de su llegada al campamento de Mariano Rosas