Ya tenía los pasajes confiando en salir del agujero, y a lo lejos empiezo a divisar las primeras botellas para recibir a los pasajeros... Empiezan a aparecer mozos impolutos de blanco con sidra para empezar a llenar copas.
Parece ser una nueva bienvenida al tren, y espero que esta vez sea ese viaje que nunca olvidaremos.
Quedan muchas cosas por hacer aún, y espero que este año que comienza, sea ese año donde por fin se hagan cosas en Brasil.
Espero que pronto se ponga Guedes a trabajar y vaya sacando medidas que impulsen Petrobras, y que obviamente saquen pronto el acuerdo de cesión onerosa que tantos dolores de cabeza nos dió en este último tiempo sobre todo.
Feliz comienzo de año pebeteros!
