Aunque la oposición ni siquiera logró completar el trámite parlamentario del proyecto para limitar el aumento de tarifas, en la Casa Rosada buscan anticiparse para evitar que el Presidente deba pagar el costo político de asumir otro veto "antipopular", como ocurrió con la ley antidespidos en 2016.
Es que en el Gobierno nadie se anima a hablar públicamente del veto, "para no hacerle el juego a la oposición", pero no hay dudas de que ese será el destino final del proyecto impulsado por el "panperonismo". "No va a ser fácil, pero creemos que lo vamos a poder frenar antes. Pero si no, el veto es inevitable", confían a Clarín en Balcarce 50.
El Congreso y las tarifas: una ola que agitaron los aliados y ahora podría tener destino de veto
El esfuerzo del Gobierno está puesto en captar el apoyo de 20 diputados. "Es el objetivo de máxima, pero aunque terminen siendo menos ya nos alcanzaría", razonan. El cálculo se entiende fácil: sumados a los 108 legisladores de su interbloque, el oficialismo estaría cerca de poder torcer una eventual votación en el recinto. Pero vale el repaso para comprender las dificultades que se le presentarán a Cambiemos en su búsqueda: el miércoles no sólo no pudo bloquear el quórum sino que vio cómo la oposición arañaba los 140 legisladores sentados para abrir la sesión.


