ROP escribió:Tranquilo Golday:
Aprecio, valoro, destaco tu sinceridad. Y me permito contestarte. Intentando ayudarte.
Tenés una profesión independiente. Hermosa. Creativa. Que valora la belleza. Yo diría, técnica y bohemia. Qué mejor.
A mi juicio apuraste el paso. Demasiado. Como te dije esto es un juego de suma cero. Peor, un juego de suma negativa, si consideramos las comisiones que se llevan los brokers. Cada día, a las once, debés imaginarte que te sentás en una gran mesa donde están sentados tal vez 3000 o 5000, más o menos. Si vos ganás, alguno de éstos perderá. Entre éstos nadie está dispuesto a perder. Ni siquiera un peso.
Para sentarte a la mesa, entonces, tenés que estar preparado. Y dispuesto a ganar y perder. Como en una partida de póker. Buscá en google quiénes son los campeones de EEUU de póker. Los que ganan la famosa pulsera. En los torneos que a veces ESPN reproduce. Lee por qué los campeones llegan a las finales. Un tal Negreanu, por ejemplo. En un juego a primera vista azaroso. El azar juega un papel fundamental. Pero está la preparación, la psicología y el control emocional del jugador el que hace la diferencia.
En el póker los jugadores priorizan las probabilidades. Cuándo éstas están a su favor, suben las ciegas, el turn o el river. Pero la mayoría de las veces, foldean, o sea, se van al mazo. Están siempre calculando qué posibilidades tienen de ganar. Están siempre estimando las probabilidades. Por eso la ley de Pareto establece que en el 20% de las manos obtendrán el 80% de las ganancias. Y el secreto está en descubrir cuándo estamos en ese 20%. Y apurar sólo ahí.
Si no conocés el riesgo no podés sentarte en una mesa con 5000 carnívoros dispuestos a devorarte.
Soy Ingeniero y tengo cuenta comitente desde 1986. Nunca la cerré. Nunca compré un dólar. Siempre ahorré en la Bolsa. Pero durante muchos años como un hobby. Mientras leí y estudié. Apasionadamente porque me gusta. Hasta que un día fuí a un negocio de cotillón y compré una banderita. Y fuí a la plaza, acá, de Bahía Blanca. Y solo, en un solemne acto, declaré Mi Independencia: económica y laboral. Clavé la banderita una tarde mientras paseaba el perro, y me declaré formalmente libre. Fuí al trabajo y renuncié. Y todos los días a las once me siento a la mesa. Con cara de póker.
Durante estos años aprendí que la dificultad de vivir de la Bolsa no está sólo en qué hay que saber. Aprender, que lleva años, es una parte del problema resuelto. Yo diría la tercera parte.
La segunda es la práctica. Hay una gran diferencia entre conocer las reglas del póker y jugar bien el póker. Una diferencia infinita entre conocer las reglas del ajedrez y jugar bien al ajedrez. Esta práctica es totalmente subjetiva e intransferible. También requiere tiempo. Una cosa es suponer que estoy invirtiendo con una planilla Excel, y otra, infinitamente distinta apostar el 50% de tu capital a que la acción va a subir de acá a 20 días. "La ley fundamental de la inversión es la incertidumbre." dijo Peter Bernstein.
Nadie, de los 5000 en la mesa tienen certeza de qué va a hacer el precio. Si la tuvieran el precio se deslizaría hacia uno de los extremos. Instantáneamente. Si se mantiene es porque hay un equilibrio estático y dinámico en ese punto. Como cuando estudiabas Estabilidad, en ese punto las fuerzas y los momentos según los tres ejes, están en equilibrio. Bernard Baruch dijo: "Mantén una opinión sobre lo que va a hacer el mercado, pero no decidas sobre lo que el mercado hará". Siempre, siempre, tenés que estar preparado para lo imprevisto, y como el bombero o el médico urgentista, reaccionar sin titubear y sin que se te altere el ritmo cardíaco.
Esto de la práctica lo aprendí y probé mientras tenía un trabajo. Fui usando prueba y error. Error y ajuste. Más prueba, menos error. Iterando hasta que el error tienda a cero. Pero el error, hay que aceptar, existe. Menos mal. Porque si existiera el Santo Grial que eliminara el error, mañana todos renunciarían a sus trabajos y se sentarían a la mesa de los 5000.
El tercer punto, es el más importante y el más difícil. Y es el manejo de la libertad, de tus emociones, de tu psicología. Mañana, si yo quiero me siento a las once o no. Mañana si yo quiero hago un click y arriesgo 5000 ó 50000 ó 200000. Soy yo y mis circunstancias. Puedo ir All In si se me ocurre. No tengo que dar explicaciones a nadie. Pero si me equivoco, tampoco puedo culpar a nadie. Y si me equivoco muy feo puedo quedar patas al norte.
Mantener la calma cuando graniza ó caen barretas de punta, y apreciar el sol cuando brilla en un día templado y sin viento, es una experiencia religiosa. Se puede saber mucho, se puede practicar mucho, pero si no se tiene control emocional y psicológico se puede perderlo todo. Así de sencillo.
Tenés una carrera hermosa. Disfrutala. Te podés desarrollar en forma independiente. Y volvé a intentarlo. NUNCA ES TARDE.
IMPECABLE...
