Mensajepor adxrsi » Dom Nov 29, 2015 4:32 pm
Dice el Diario La Nación, esa tribuna de doctrina:
“El designado ministro de Energía, Juan José Aranguren, delinea un plan que prevé un aumento gradual, pero sostenido, de los precios del gas y de la electricidad para casi todos los sectores y una tarifa social bien definida que reduzca o exceptúe, según los casos, el costo de esos servicios para quienes están por debajo de la línea de pobreza. Los mayores ajustes recaerán sobre los hogares porteños y bonaerenses”.
Y averiguando, nos encontramos con que “quienes están por debajo de la línea de pobreza”, es decir, que los podrían beneficiarse de la tarifa social que propone el Conejo Negro serían alrededor de 2 millones de argentinos.
A ver:
• ¿No eran 14 millones de pobres los que el kirchnerismo dejaba? Esto tiene que ser un avance fenomenal hacia la llamada “pobreza cero”: de un plumazo el Conejo Negro ya eliminó a 12 millones de pobres. Y eso que ni asumió...
• “Los mayores ajustes recaerán sobre los hogares porteños y bonaerenses”. ¿Entendiste? Sí, sobre tu hogar. Adiós boleta de luz por 60 pesos bimensual. Vas a pagar 600 pesos. Por mes. Anda a prender el aire ahora. Calentito y con calor, qué lindo.
• “Aumento gradual, pero sostenido” significa, sin eufemismos, que no solo te va a llegar una factura que apenas podrás pagar: además te va a llegar cada vez más cara todos los meses. Los televisores, heladeras y otros electrodomésticos que compraste durante la “dictadura populista” los vas a tener que apagar de manera gradual, pero sostenida, hasta quedarte con una lamparita (de bajo consumo) y la radio (a pilas).
Y La Nación lo pinta muy lindo, dice que el Conejo Negro “prepara un shock de medidas para los primeros días” y que “en diciembre habrá anuncios diarios para matizar las dificultades”. Vos que lo votaste seguís aplaudiendo, pero cuando te llegue la primera factura de electricidad vas a ser el primero en salir a cacerolear como un ridículo loro.
Pensás que la política son cacerolas y globos, y así te va. Te lo merecés totalmente. Pero totalmente, Mordisquito. Ahí tenés tu té de Ceylán.