Mensajepor quique43 » Mié Nov 25, 2015 7:52 pm
El nuevo Ministro de Energìa y Minerìa, Juan Josè Arangueren:
No fue la primera ni la última vez que se refirió al mercado energético argentino. “Se necesitan entre US$ 25.000 y 35.000 millones anuales para lograr seguridad energética”, dijo a principios de este año, y aseguró: “En los últimos años, entramos en una situación de caída importante, no sólo de reservas, sino de producción de todos los energéticos: petróleo, gas y podemos extenderlo, también, al tema de electricidad. Desde mi punto de vista, es porque, durante mucho tiempo, nos enamoramos de una política de precios subsidiados para todos. Estuvimos, prácticamente, subsidiando la oferta, en lugar de la demanda”.
Su gran rival fue Guillermo Moreno, ex secretario de Comercio Interior. Moreno le impuso 117 sanciones (donde lo acusaba de desabastecedor) por un monto de $ 1 millón cada una. En 2007, pidió de 6 meses a 4 años de prisión para Aranguren. Finalmente, todas las sanciones -y el pedido de prisión- quedaron en la nada porque el CEO fue sobreseído.
El Enemigo Público. Su puesto, sin embargo, no lo alejó de la agenda política y se coronó como uno de los primeros ejecutivos de empresa en enfrentar al entonces presidente Néstor Kirchner. “No suban el precio de los combustibles”, fue la orden del poder Ejecutivo. Aranguren desoyó y aumentó los precios entre 2,6 y 4,2 por ciento. La guerra estaba declarada entre Kirchner, quien llamó a boicotear a la petrolera, y el CEO de Shell, un fanático del golf, la lectura y un apasionado por Boca Juniors.
Pero el enfrentamiento con Kirchner, lejos de debilitarlo, lo benefició. "Los verdaderos afectados fueron los estaciones, las pymes", indicó el empresario, durante una entrevista. Resulta que el combustible que no se vendió en la Argentina se exportó, beneficiando a Shell. "Tuvimos una merma en nuestras ventas", reconoció Aranguren en ese momento, pero aclaró: “Terminamos el año con una ganancia de US$ 57 millones”.