Mensajepor quique43 » Lun Ago 03, 2015 1:06 pm
Sin duda uno de los mayores logros kichneristas ha sido la venta de falopa acompañada de un blanqueo casi permanente, "lavado y planchado para todos y todas", un servicio hecho a medida para los narcos.
Y usted los pìensa votar?, no se equivoque èstos no trabajan para usted, lo hacen para sus bolsillos y sus negocios, las pruebas estàn a la vista.
Cronista
Narcolavado
Cualquier análisis del fenómeno narco está incompleto si no se toman en consideración los enormes negocios que genera. Estimaciones del informe de la UNODC indican que las ventas minoristas de drogas alcanzan los u$s 320.000 millones anuales, ó 0,9% del PBI mundial. De acuerdo con el documento, menos del 1% del total de ventas al por menor llega a los productores, mientras que los traficantes en países de tránsito obtienen entre 20 y 25% y la mayor parte de los ingresos se concentran al final de la cadena.
Una de las actividades que mayor volumen de negocios genera, y que más ha crecido en la Argentina desde la década del 90 es el lavado de activos. "Gracias al esquema económico que permitió la libre entrada y salida de capitales, el país se fue consolidando como plataforma de exportación y lavado de activos" destaca el cuestionado José Sbatella, titular de la UIF (Unidad de Información Financiera) en la publicación "Voces en el Fénix". "Esta trama de actividades incluye desde el empaque de la droga para que salga sin ser advertida por la Aduana, hasta la participación de despachantes, abogados, escribanos, contadores y empresarios".
Asímismo, dentro de una política de facilidades para la radicación de extranjeros, ingresaron al país importantes familias vinculadas al narcotráfico como la viuda y los hijos de Pablo Escobar Gaviria, ex jefe del cártel de Medellín; los hermanos Fernando e Ignacio Álvarez Meyendorff del cartel de Cali, los peruanos Sergio y Cristian Fontanellas Bobo y el mexicano Miguel Vázquez Bonilla, entre otros.
La mayoría de ellos se asentó en el lujoso complejo habitacional de Nordelta, en el partido de Tigre, cuya expansión inmobiliaria encendió las luces de alerta de la UIF en torno a los fondos con los que se financiaron estos megaemprendimientos.
En la Argentina, el delito de lavado fue incorporado al Código Penal a partir del año 2000. En 2011 quedó especificado dentro de los llamados "delitos contra el orden económico y financiero" y se estableció que, además de los bancos, inmobiliarias, fideicomisos, entidades deportivas, cooperativas y mutuales están obligados a reportar operaciones sospechosas. A través de los Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS), la UIF colabora actualmente, dicen desde esa repartición, en la investigación de más de 700 causas por narcolavado.