Debate De La Sota vs Massa
Sergio Massa y José Manuel De la Sota tuvieron un debate en vivo en la señal TN que fue como un partido de fútbol en la tercera división de México. Estaba arreglado por los narcos, pero no le importó a nadie.
Salvo a TN, que lo presentó como el primer debate presidencial de la historia. Y de alguna manera lo fue. Sólo faltó un detalle. Ninguno de los dos tiene ninguna chance de ser presidente.
Los dos candidatos van a competir en internas en el frente UNA. El perdedor quedará fuera de las elecciones generales. El ganador va directo a las semifinales del bailando por un Sueño.
“Fuiste jefe de Gabinete del kirchnerismo”, le dijo De la Sota a Massa, más o menos cuatro veces. Massa lamentablemente no estaba enterado de que De la Sota había arreglado las elecciones del 2011 con el kirchnerismo, si no, le hubiera podido responder para que tenga.
Massa se defendió diciendo que tuvo el coraje de irse del kirchnerismo y de enfrentarlo en elecciones, y además ganarle. Arreglamos con De la Sota, perdimos con Massa, ¡este debate me hizo acordar de cosas horribles!
Massa atacó a DLS mostrando un gráfico con la curva ascendente del endeudamiento cordobés. DLS no le dijo que la mitad de esa deuda se contrajo para encarar la campaña en la que ellos estaban debatiendo en ese instante.
DLS negó el endeudamiento. No es deuda aquello que uno no piensa pagar en absoluto. Que la paguen los K cuando lleguen.
DLS acusó a Massa de pergeñar una salida al cepo cambiario con un shock que rebajaría inmediatamente los salarios un 30%. Y dijo que él sería gradualista. Primero le reduciría el sueldo a los jubilados, después a los pensionados por discapacidad, después a los que menos tienen, y así.
Massa dijo que eso no era así. Pero tampoco explicó cómo va a salir del cepo. A nadie le importa. Son cosas que se dicen.
Massa acusó a De la Sota de no animarse a ponerle impuestos al juego.
-¿Qué sentido tendría? ¡Todos los casinos son de mis amigos!
Los candidatos no usaron atril. Se pusieron cara a cara con una mesa redonda entre ellos. Era un gran cero que simbolizaba sus chances.
Los dos estuvieron parados. O sea, estaban arrodillados, pero ante las cámaras parecía que estaban parados.
Cada candidato podía hacer pregunta y repregunta. Como cuando De la Sota hace un ajuste y un reajuste.
Massa había entrenado usando un “sparring”, un intendente del conurbano que hizo de De la Sota: delató compañeros militantes de los ‘70, se cagó en las banderas históricas del peronismo, se cagó en los jubilados y le regaló tres terrenos cerca del camino del cuadrado a su sobrina.
De la Sota también usó sparring con un tarado que hizo de Sergio Massa. El nombre del sparring era Sergio Massa.
El debate contó con la participación de tres guionistas, perdón, periodistas de los que se autodenominan independientes. Uno de Clarín, otro de La Nación y otro de El Cronista. Llevabas a 5 rusos y podías hacer una réplica a escala de la Guerra Fría.
Clarín dice que después del debate “se dieron la mano como caballeros”. Darse la mano es un ritual masculino antiquísimo. Data de la edad media. Como la política de seguridad de Massa y De la Sota.
Massa habló de la mano dura contra los “jueces sacapresos” y prometió “la imprescritibilidad para los delitos de corrupción”. Eso fue un golpe bajo para De la Sota ¡cómo la va a amenazar con meterlo preso!
Massa prometió “perpetua para los narcotraficantes” pero no aclaró si con eso se refería a darles una casa en un country en el Tigre para que vivan cómodamente, como viene haciendo hasta ahora.
De la Sota prometió “bajar impuestos” y el “82 por ciento para los jubilados” y “sacar la política del Consejo de la Magistratura para conseguir una Justicia independiente”. Eso fue como too much.
Hubo un momento muy gracioso: “¿Qué hizo usted por la transparencia en un municipio como San Isidro?”, preguntó De la Sota. “Yo fui intendente de Tigre”, respondió Massa. Fue un pequeño furcio de De la Sota. Como cuando eligió a Dómina de candidato a la Intendencia de Córdoba.