Mensajepor rojo » Mar Jun 02, 2015 10:38 pm
Por carta, petroleras piden una reunión al Gobierno por la crisis del sector gasífero
Las petroleras tomaron una decisión infrecuente: ayer enviaron una carta al Gobierno para solicitarle una respuesta con relación a la deuda millonaria a favor de las compañías productoras que mantienen las distribuidoras de gas. Se trata de una medida ajena al protocolo kirchnerista, muy poco ameno de las comunicaciones por escrito e institucionales.
Firmada por Oscar Vicente, presidente de la Cámara de Empresas Productoras de Hidrocarburos (CEPH) y uno de los directivos más respetados de la industria, la misiva propone a las autoridades nacionales establecer una reunión para analizar la situación. Fue dirigida a la secretaria de Energía, Mariana Matranga; al interventor del ente regulador del gas (Enargas), Antonio Pronsato; y a la Comisión Nacional de Planificación de Inversiones Hidrocarburíferas, el organismo creado en 2012 por iniciativa del actual ministro de Economía, Axel Kicillof.
Ls distribuidoras de gas natural -con Metrogas a la cabeza- adeudan a los productores cerca de $ 1500 millones por el incumplimiento del pago de las facturas de compra del fluido. Así lo aseguraron a El Inversor Online fuentes empresariales. Otras voces de la industria señalan que el rojo sería incluso más oneroso.
La deuda se empezó a tornar inmanejable desde fines del año pasado, cuando algunas distribuidoras dejaron de pagar el gas adquirido a productores -un grupo encabezado por YPF, Total, PAE y Wintershall, entro otros- por la fragilidad de su flujo de caja. Metrogas, la mayor distribuidora del mercado, que es controlada por YPF, dejó de abonar el noviembre del año pasado la factura a favor de algunos productores. Ecogas y Litoral Gas son otras de las compañías complicadas. Gas Natural BAN y Camuzzi Gas Pampeana tienen un poco más de aire.
En abril del año pasado el Gobierno anunció la recomposición de las tarifas para los usuarios de gas, inclusive para el segmento residencial. Los aumentos superaron, en algunos casos, un 300%. La medida fue saludada por las empresas distribuidoras, que llevaban más de una década reclamando la actualización de las boletas de gas. Sin embargo, lo que a priori pareció una buena noticia para el sector terminó provocando un efecto inverso. Sucede que al mismo tiempo que autorizó subas en las tarifas, el Ejecutivo recompuso además el precio del gas en boca de pozo que reciben las petroleras. En este ítem, las subas superaron un 500 por ciento. Por eso, las distribuidoras incrementaron su recaudación, pero por debajo de lo que les aumento la factura del gas que distribución. En síntesis, en lugar de mejorar su escenario financiero terminaron aumentando su deuda con las petroleras.
La carta enviada por la CEPH es producto de la incapacidad de resolver esta situación. Para el Gobierno no es un tema nuevo. Fuentes con acceso al funcionarios nacionales reconocieron que la Secretaría de Energía, que dirige Mariana Matranga, está al tanto desde hace tiempo del pedido de las empresas.
El subsecretario de Combustibles, Gastón Ghioni, un hombre de confianza de Kicillof (antes se desempeño como gerente de Finanzas de Enarsa), estuvo trabajando en la búsqueda de una solución. Es más, en marzo circuló en la industria la versión de que el Gobierno anunciaría una medida para recomponer el ingreso de distribuidoras y transportistas de gas (TGN y TGS), pero finalmente la decisión nunca se materializó.
“Sabemos que la Secretaría está analizando distintas alternativas, pero para implementar alguna debe contar con el aval del los ministerios de Economía y de Planificación (a cargo de Julio De Vido) y es sabido que muchas veces la agenda de ambos organismos no es la misma”, explicó un alto directivo petrolero, que pidió la reserva de nombre.
La decisión de elevar una nota al Ejecutivo no fue del todo unánime: la reestatizada YPF, la mayor productora de gas, no comulgó con la iniciativa. La francesa Total, el segundo en el ranking, tampoco estuvo del todo de acuerdo. Pan American Energy (PAE), la empresa controlada por los hermanos Bulgheroni, en cambio, decidió respaldar la propuesta de empresas medianas y pequeñas que están enfrentando serios problemas financieros por el virtual quebranto de la cadena de pagos del sector..
“Frente a ese escenario, varias empresas promovieron solicitar una reunión con el Gobierno para intentar acercar posiciones y la mayoría apoyó la idea”, comentó uno de los directivos que participa frecuentemente de las reuniones de la Ceph.
Hasta fines del año pasado las distribuidoras pagaban la factura del gas consumido a 120 días. Con este esquema: un 30% a los 30 días; otro 30% a los 60; un 25% a los 90; y el 15% restante a los cuatro meses. “Pero desde enero, varias distribuidoras, como Metrogas y Litoral dejaron de pagar su factura. Alegan que con lo que recaudan apenas pueden cubrir el incremento de los costos operativos y los salarios”, concluyó otro petrolero.