Che yo soy un junior en esto. Pero veo que aparecio una nueva oleada.
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Copio y pego una breve info como para q esten un poquito mas en tema.
Quizas les sirva! slds
■ ¿Por qué invertir en bonos?
■ Antes de comprar: Informate!
■ ¿Es rentable invertir en bonos?
■ ¿Cómo comprar bonos?
■ ¿Que ventajas tengo?
■ ¿Cuáles son mis riesgos?
PORQUE INVERTIR EN BONOS?
Simple, porque cuando comprás bonos es un poco como si vos fueras un pequeño banco: prestás plata a una empresa, una provincia o un país. Cuando vos sacás un crédito tenés que pagar los intereses y devolver la plata prestada. De la misma forma, la empresa o el país que te vende los bonos te va a pagar intereses por el dinero que vos le prestás y por supuesto te va a devolver la plata prestada. Los intereses vendrían a ser el “alquiler” que te pagan por prestar tu plata. La plata prestada es (en términos técnicos) el capital que te van a tener que devolver a una fecha determinada (fecha de vencimiento).
Cuando vos le prestás dinero a esa empresa, provincia o país se dice que comprás un bono. Lo interesante de los bonos es que desde el principio sabés que vas a recibir ese alquiler una vez por mes, trimestre o cada 6 meses, dependiendo del tipo de bono. La renta periódica, o sea los intereses que te van a pagar cada tanto, técnicamente se llama cupón.
Cuando comprás bonos, se podría decir que te convertís en un “prestamista”.
El bono es en realidad el papel o título que te dan para que puedas estar seguro de recuperar la plata y los intereses. Antes vos recibías el bono en un papel impreso (la lámina) que te servía como recibo de tu compra. Pero hoy en día todo se hace a través de computadoras, y la lámina es algo que se ve cada vez menos.
Los bonos son una inversión considerada bastante segura porque a cambio de ese préstamo que le hacés a una empresa o a un gobierno, sabés que vas a recibir una suma de dinero en períodos regulares.
Pero no hay que hacerse demasiadas ilusiones. No hay una inversión que sea 100% segura. Siempre que invertís corrés un riesgo y eso es lo interesante: el riesgo es la posibilidad de ganar más pero también la posibilidad de perder. Esto lo vamos a ver más adelante, pero desde ya tenés que saber que un bono es algo sensible que puede cambiar de valor con el tiempo y hay muchas cosas que afectan su precio.
ANTES DE COMPRAR INFORMATE!
Cuando querés comprar bonos te vas a dar cuenta rápidamente que hay una gran cantidad de información a tener en cuenta antes de elegir y comprar. Para que se entienda mejor, esta información que necesitás la separamos en dos grandes categorías:
1 - la información que podés obtener “de un vistazo”. Digamos que es la más visible, la más inmediata.
2 - la información que te va a exigir un pequeño esfuerzo porque supone que hagas algunas evaluaciones. Esta información es un poco menos visible.
Si te limitás a la primera categoría de información, cuando invertís y comprás bonos no quiere decir que vayas a perder tu plata. Pero si sos de los que prefieren no correr muchos riesgos, en ese caso mejor guardar tus bonos hasta la fecha de vencimiento, esperando que paguen los intereses y que te devuelvan el capital. Como si fuera un plazo fijo por ejemplo.
En cambio, si vas a querer comprar y vender bonos sin esperar el vencimiento, mejor leé bien la segunda parte.
Lo más visible de un bono.
Comprar un bono es un poco como poner plata en un plazo fijo. Lo primero que tenés que saber es cuándo te van a pagar los intereses y cuándo te devuelven lo que prestaste. Los intereses se llaman cupones y la plata prestada el capital. Los intereses y el capital se pagan según un calendario determinado. Lo más común es que los intereses se paguen cada seis meses y que el capital lo recuperes a la fecha del vencimiento del bono.
Estas condiciones son las que tenés que tener en cuenta antes de comprar un bono.
Obviamente la cosa es un poco más complicada. Entrando en detalle, tenés que fijarte en unas cuantas cosas que pueden influir sobre tu decisión de comprar o no un bono:
1- Si es confiable el emisor (la empresa o gobierno que emite esos bonos)
2- La frecuencia de pago de los “cupones” (cada seis meses, una vez por mes, etc)
3- El monto de los intereses (la tasa de los cupones)
4- La moneda en que se emite (dólar, peso).
Lo menos visible de un bono:
Los elementos que llamamos menos visibles de un bono son aquellos que no aparecen a simple vista cuando te ofrecen comprar un bono pero surgen cuando te hacés algunas buenas preguntas.
Los que invierten en bonos, y vos podés ser uno de ellos,
pueden tener objetivos distintos...
Algunos los van a comprar y guardar, sabiendo que tienen una renta asegurada gracias a los cupones que les van a pagar a tal o cual fecha y esto a lo largo de la duración del bono (puede ir hasta 30 años). Por supuesto también van a recuperar el capital.
Otros inversores, además de querer cobrar los intereses y el capital van a dedicarse a comprar y vender bonos. Estos van a correr más riesgos pero pueden llegar a ganar... o perder más plata.
Pero ojo! Hasta la inversión más segura puede ser una trampa.
Imaginá por un instante que compraste bonos con la idea de recuperar tu plata recién dentro de varios años...y de pronto surge un problema, estás en apuros y necesitás efectivo lo más rápido posible. Si el bono tiene poca liquidez es posible que no logres venderlo rápido o que lo tengas que vender muy barato.
En ese momento, el de la venta, va a ser entonces demasiado tarde para la pregunta que hubieras tenido que hacerte antes de comprar: ¿Cuál es el verdadero rendimiento del bono y cómo saberlo?
ES RENTABLE INVERTIR EN BONOS?
Bonos y rendimiento: Empecemos por el principio
Cuando una empresa o un gobierno emite un bono, la cantidad emitida va a ser limitada.
En general las personas que ofrezcan el mejor precio por esos bonos son los que se los van a llevar. Es por eso que se habla de “una licitación de bonos”: es la técnica que se usa para vender un bono la primera vez que sale al mercado. Los inversores compiten entre sí, todos quieren tener ese bono sobre todo si las condiciones de emisión son interesantes. Si muchos quieren tener ese bono que se está por emitir su precio va a ser alto y eso va a interesar a los compradores y vendedores.
A partir del momento en que se emite (la “hora cero”) podemos decir que se va formando el precio del bono.
Esto es lo que se llama la ley de la oferta y la demanda. Aunque vamos a ver después que la explicación es un poco más difícil que esto.
El valor de emisión (o valor nominal), cuando se lanza el bono, es el valor de lo que te van a devolver cuando el bono llega a su vencimiento. Pero no vayas a creer que ése es el “precio” del bono porque si lo vendés antes, podés encontrarte con la sorpresa de que te den menos que eso. También te pueden dar más.
Ya dijimos que el capital se paga al vencimiento del bono. Aunque en ciertos casos el capital se puede pagar en cuotas, de manera fraccionada.
El valor residual corresponde al valor nominal menos el monto de lo que te pagaron en capital (amortización).
La cosa se complica porque un bono es un título que representa tu inversión y ese título lo podés guardar o vender (negociar).
A partir del momento en que un bono es negociado su precio (o cotización) empieza a variar. Pero la oferta y demanda de bonos no depende tanto del “precio papel” o sea el valor nominal, sino de muchos elementos que tienen influencias sobre el valor real (o precio real) del bono.
Cuando invertís plata en un plazo fijo conocés perfectamente qué tasa te van a pagar por esa plata. Sabés que invertiste tanta plata y que te va a dar tantos intereses. Basta con mirar cuánto tenés entre las manos al principio para saber con cuánto te vas a encontrar al final.
Con los bonos no es lo mismo: sabés cuánta plata tenés que poner y cuánto te van a dar al final (intereses mas capital). La cantidad de plata que tenés que invertir te lo va a dar el precio del bono. Es decir que cuanto más alto sea el precio, menos rendimiento vas a obtener y esto precisamente porque la cantidad de intereses y capital que te van a devolver ya la conocés. Esta cantidad no cambia.
Cuando una empresa o un país emite un bono, se supone que pide dinero prestado y que ese préstamo es por unos cuantos años. O sea que es muy probable que su valor vaya a cambiar. Cuando decimos que va a “cambiar” significa que el precio de un bono puede aumentar o bajar.
Cuando querés saber cuál es el rendimiento de un bono no basta con saber el monto total de plata que vas a ganar con los cupones. Siempre hay factores que modifican su rendimiento, más allá del hecho de que si comprás un bono es difícil que te dé pérdidas porque vas a cobrar los intereses y recuperar la plata restada.
Los especialistas evalúan el rendimiento de un bono con una herramienta llamada TIR, la Tasa Interna de Retorno (en inglés se llama YTM).
Es importante que tengas en cuenta esta tasa antes de comprar un bono. La podés conseguir consultando cualquier medio especializado.
Esta tasa de rendimiento tiene en cuenta todos los intereses que te van a pagar durante la vigencia del bono. Pero aquí se considera que los intereses no te los guardás sino que los volvés a invertir en bonos o en otra inversión. Es un cálculo aproximado que permite guiarte para saber dónde y cuándo invertir.
Por ejemplo, si comprás un bono tenés que reinvertir los intereses en una inversión que te dé los mismos intereses que el bono. Las inversiones que realizás con esos intereses tienen que hacerse hasta que llegue la fecha del vencimiento. Obviamente estas inversiones te van a generar plata. El día en que vence el bono sumás toda la plata que te generaron estas inversiones (no te olvides de agregarle el último cupón que te pagan el día del vencimiento). El resultado de esta suma te va a dar la TIR.
Así como la TIR te permite estimar el rendimiento hay herramientas que permiten evaluar el riesgo de un bono. Por ejemplo a través de lo que se llama la “Duración Modificada” (o Modified Duration en inglés).
La Duración Modificada permite medir (en años) la sensibilidad del precio de un bono ante cambios en la Tasa Interna de Retorno (TIR).
Es una medida muy útil porque te permite saber cuánto va variar el rendimiento de un bono ante pequeñas variaciones en su precio.
COMO COMPRAR BONOS?
Antes de comprar hay que saber que hay varios tipos de bonos:
Para empezar, los bonos pueden ser emitidos por un gobierno nacional (se los conoce como títulos públicos) provincial o municipal, o por una empresa (en la Argentina se llaman “obligaciones negociables” y los más finos les dicen “debentures”). A veces se los llama “bonos del tesoro” en particular cuando se trata de bonos de Estados extranjeros.
Bonos a tasa fija y bonos a tasa variable y de cupón cero.
* En general los bonos que vas a comprar son a tasa fija, es decir que los intereses a cobrar hasta el vencimiento van a ser siempre los mismos. Si el bono es a tasa variable, se toma una tasa de interés como referencia (por ejemplo, la LIBOR de Londres, que utilizan los bancos para prestarse plata entre sí) y entonces lo que vas a cobrar en cada cupón dependerá del valor de esa tasa de referencia determinada antes de comenzar cada período.
* Cuando el bono es de cupón cero, no vas a recibir intereses, y el préstamo te lo devuelven al vencimiento.
El agente luego te abre otra cuenta en la Caja de Valores, la institución del Mercado de Valores donde se registran los bonos (y otros títulos) que comprás. En la cuenta del agente se deposita entonces el resultado de tus inversiones, es decir tu plata. Para poder invertir se necesita un monto mínimo de $1000 dólares o pesos.
Cuando compres y vendas tus bonos, vas a tener que pagar además la comisión del agente (es un porcentaje del monto invertido) y los “derechos de Mercado y Bolsa”, que es la comisión que cobran la Bolsa y el Mercado de Valores. Se la cobran a tu agente, y él te va a pasar la factura.
Pero no creas que sólo en la Bolsa se comercian bonos. También existe en la Argentina el Mercado Abierto Electrónico (MAE) que es el mercado mayorista donde los bancos negocian los bonos, aparte de otras inversiones. En este mercado participan también inversores institucionales (AFJP, fondos comunes de inversión, etc...).
VENTAJAS
Vos ya sabés que invertir en bonos puede ofrecerte la ventaja de reducir tu riesgo, al asegurarte desde el principio el pago de intereses en plazos predeterminados. Con un bono también sabés cuando te van a devolver el préstamo, algo que en materia de inversiones es muy bueno porque conocés desde el vamos el plazo y el monto de la renta que vas a recibir por prestar tu plata. Tené en cuenta que otras inversiones (como las acciones) no te dan tanta información, por eso el bono es mucho menos volátil. Cuando varían las cotizaciones, los precios de los bonos se mueven menos que los de las acciones, y eso es algo nada despreciable si la economía anda mal.
Cuando comprás un bono te convertís en el prestamista del gobierno o de una empresa, mientras que al comprar una acción te convertís en socio de la firma. Vas a participar en sus ganancias y corrés también los riesgos de cualquier empresario.
Pero lamentablemente la inversión perfecta no existe, y por lo tanto ese menor riesgo del bono te va a dar también un menor rendimiento. Cuando la economía está creciendo mucho, el precio de las acciones aumenta más rápido que el de los bonos. Así que vos sos el que elige: invertir con la posibilidad de menor riesgo o mayor rendimiento.
Si bien los bonos son más seguros que otras inversiones, siempre existe un cierto riesgo de que no recuperes toda tu inversión, y aunque sea chico hay que tenerlo en cuenta.
CUALES SON MIS RIESGOS
El primer riesgo que corrés es una caída en el precio (cotización) del bono por debajo del precio en que lo compraste. Acordate que todos los bonos tienen una cotización porque vos podés venderlos en cualquier momento, siempre y cuando encuentres a alguien que lo quiera comprar.
Entonces, si decidís venderlo antes de su vencimiento (antes de que llegue el día fijado para que te devuelvan el préstamo) y la cotización está baja, la plata que recibís puede ser menor a lo que vos pagaste.
El incumplimiento tiene en cuenta la desagradable posibilidad de que el emisor del bono que vos compraste (es decir al que le prestaste) deje de pagar los cupones o las amortizaciones. Si se trata de un título público, se llama riesgo país. Representa la diferencia entre la tasa de interés que tiene que pagar un bono emitido por un país con una economía insegura y la que te pagan los bonos del Tesoro de los Estados Unidos de igual plazo, considerados “libres de riesgo” (absolutamente seguros).
Cuanto más seguro sea el gobierno que emitió tus bonos, menos te va a pagar en intereses por comprarle esos bonos. Los bonos del Tesoro de los Estados Unidos no pagan altos intereses, pero cada vez que hay una crisis económica mundial todos salen corriendo a comprarlos para estar protegidos. En cambio, los bonos de las empresas (obligaciones negociables o “debentures”) son un poco más riesgosos que los de los gobiernos, porque es más difícil que un gobierno quiebre.
Ahora que te enteraste que existe la posibilidad de que un gobierno o una empresa no te devuelva la plata que les prestaste, esta historia de los bonos no te debe estar gustando tanto. Pero no te preocupes, que tenés formas seguras de saber si un bono es riesgoso o no. ¿Cómo?
Imaginate por un momento que un bono es un alumno de un colegio. Es una comparación rara, pero útil. Vos sabés que a todos los alumnos los profesores les ponen notas cada tanto, para saber si están haciendo bien los deberes. Si vos querés conocer quién es el mejor alumno, lo primero que vas a hacer es comparar las notas, ¿no? Con los bonos pasa exactamente lo mismo.
Evaluar los bonos es analizar si los gobiernos o las empresas que los emiten están haciendo bien los deberes, porque es una prueba de que no van a tener problemas para pagar sus bonos. Así los inversores saben el riesgo que pueden correr si compran tal o cual bono. Los bonos más seguros (como los del Tesoro norteamericano) tienen una nota “AAA”, que quiere decir que está libre de riesgo, y de ahí para abajo se califica a los otros bonos (después viene “AA”, “A”, “BBB”, “BB”, “B”, “CCC”.... hasta llegar a “E”... (a éstos los especialistas no los recomiendan ya que el riesgo de perderlo todo es enorme). Los bonos argentinos de largo plazo en dólares tienen una nota “BB”. Las empresas calificadoras de riesgo más conocidas se llaman Moody´s, Standard & Poor´s y Duff & Phelps.
Fijate también en el riesgo de rescate: a veces cuando un país emite bonos puede informar que en algún momento se reserva el derecho de recomprarlos. En general los bonos emitidos por las empresas (“obligaciones negociables”) pueden ser rescatados. En este caso, vos vas a estar obligado a vender al precio que esté cotizando en ese momento, y te vas a perder de cobrar los intereses que faltaban hasta la fecha de vencimiento.
Otros riesgos:
Riesgo de pérdida de poder de compra: a causa de la inflación o de una devaluación. Este riesgo lo corrés si compraste bonos en pesos. Con la inflación, los precios suben pero lo que vos recibís en cada cupón sigue siendo lo mismo. Después de una devaluación, lo que te pague el cupón va a representar una cantidad menor en dólares. Este riesgo existe, pero tené en cuenta que en la Argentina la mayoría de los títulos públicos son en dólares.
Riesgo de reinversión: cuando reinvertís lo que cobrás por los cupones, y la tasa de interés es más baja que en el momento de comprar el bono.
Sin embargo, todos estos riesgos son pequeños si los comparás con los de otras inversiones. Lo importante es recordar que a pesar de ser más seguro, el bono siempre va a tener un poco de riesgo