Mensajepor Pascua » Vie Nov 28, 2014 11:35 am
La preocupación de Macri por la falta de capacidad para sumar radicales es notoria. Trató anoche, en pleno partido, de mostrar que él también acercaba algún “boina blanca” a sus filas, y replicar así el bombardeo incesante que viene haciendo su principal adversario en el terreno opositor, Sergio Massa.
Mientras que el presidencial del Frente Renovador logró lo imposible: sumar al senador radical Nito Artaza y al gobernador de Corrientes Ricardo Colombi en la misma foto; y también selló acuerdo con el senador por Formosa, Luis Naidenoff, su par jujeño Gerardo Morales, o el diputado tucumano José Cano; además del trabajo para sumar radicales bonaerenses que con paciencia hace uno de sus principales operadores, el intendente de Olavarría, José Eseverri; Macri no sale de la decepción que le causó que su hombre fuerte en el centenario partido, el mendocino Ernesto Sanz, no pudo, no supo o no quiso llevarle agua a su molino. Además, Mauricio se esperanzaba con que la oposición al diputado Ricardo Alfonsín en territorio bonaerense se sumara a su fuerza, pero hoy está muy lejos de conseguirlo, y por el contrario, quien tiene todas las de ganar es Massa.
El motivo por el que los referentes radicales prefieren a Massa antes que a Macri a la hora de cerrar es, entre otras cosas, que “termina siendo más práctico, y tiene mayor armado electoral”.
Otras cuestiones que influyen son el carácter más “centrista” del ex intendente de Tigre, cierta solidez comparada con Macri en cuanto a su equipo económico y mejor nivel de interlocutores.
Pero, un elemento casi decisivo, es el pasado de Macri, en donde su discurso apegado a la década menemista es sustancia difícil de digerir para varios dirigentes del partido de Leandro Alem.