davinci escribió:UN MINISTRO EN LA CUERDA FLOJA
Unánime ante una semana compleja: Es muy limitado este chico Kicillof...
Los 2 cambios estratégicos ensayados por Cristina Fernández de Kirchner luego de la doble derrota electoral 2013 han fracasado: ni Jorge Capitanich fue el gran jefe del Gabinete de Ministros de la Nación que ella auguró (de hecho, durará menos que Juan Manuel Abal Medina hijo, su predecesor) ni Axel Kicillof es el superministro que demostraría que son erradas las críticas recibidas en los días de Hernán Lorenzino sobre una ausencia de política económica. Capitanich decidió un perfil alto ante los medios de comunicación pero no era una cuestión de perfil sino de substancia, y su genuflexión cotidiana lo convirtió en poco creíble, primero; y en un hazmerreir, más tarde. Con la excusa de que se le incendia el rancho (Chaco), sale rumbo a Resistencia en horas más. Kicillof también decidió un perfil alto ante la opinión pública, convencido -al igual que Álvaro Alsogaray cuando era ministro de Arturo Frondizi- que explicando mucho su punto de vista, se podían cambiar las expectativas. En verdad, lo que se precisan son decisiones correctas, y Kicillof no las tuvo ni las tiene ni las tendrá, porque su concepción de la economía se encuentra condicionada por una pobre formación, muy ideológica, que sólo puede entusiasmar a otro personaje de pobre formación en lo económico: Cristina Fernández de Kirchner. Pero a ojos de quienes toman decisiones, Kicillof es sólo un pobre muchacho. ¿Y entonces, qué? La desconfianza es un tema clave ante una semana cambiaria difícil, durante la cual la Administración Cristina se jugará mucho de su capital político remanente. Veamos qué dijo Claudio Chiaruttini en su editorial dominical
Yo no lo daría por muerto ni lo subestimaría. Mejor dicho, no subestimaría a quién lo puso ahí, no vaya a ser cosa que ahora lo ponga más arriba aún.