La medida está conversada y estudiada, y consiste en recortar el porcentaje de la tenencia de moneda extranjera al 20% ó al 10%, si la reacción del mercado frente a la decisión de la Corte de Estados Unidos compromete la estabilidad cambiaria. Otro de los propósitos sería evitar que obtengan nuevamente ganancias sustanciosas ante una eventual devaluación en el segundo semestre.
