Mensajepor quienduda » Mar Mar 04, 2014 4:02 pm
Preguntas que me hago a partir de la paritaria docente.
¿Es correcto incluir una suma por presentismo en la estimación del porcentaje de la actualización salarial cuando esa suma podría no cobrarse?
¿Suponiendo que en los próximos meses los docentes quisieran hacer uso del derecho a huelga en un hipotético contexto de un descalabre económico igual o mayor al que atravesamos en los últimos meses, incluir la suma por presentismo no resulta extorsiva?
¿Ofertar por parte del gobierno un arreglo que se extiende a junio de 2015 no califica al menos de irracional? ¿Digo, por qué será que en el mercado desaparecieron las 12 cuotas y los préstamos elevaron sideralmente las tasas de interés? ¿O al sector docente si se le puede exigir irracionalidad?
¿Qué ha hecho el docente para fomentar la devaluación anual del 60% de la moneda, o para fomentar la inflación galopante que atraviesa el país? ¿Resulta que ahora rechazar la absurda propuesta del gobierno para no resultar la variable de ajuste convierte al docente en irresponsable y desestabilizador?
¿No es irritante dar con individuos que entienden a sus hijos como paquetes que deben depositar en la escuela (porque ya no saben qué hacer con ellos, como quien se compra algo que ya lo aburrió), como un problema que tiene que resolver la misma, y entonces salen con argumentos nefastos como que las escuelas no tienen derecho a parar, las fuerzas de seguridad y los sectores de salud tampoco?
¿Si educación, salud y seguridad son tres pilares fundamentales que no pueden ejercer el derecho a huelga, por qué no gestionamos y establecemos a todo este gran sector como uno respetable, intocable, impostergable, que nunca será blanco de los ajustes que atraviese el país, y que tenga un digno mínimo salarial? ¿No sería entonces razonable recién ahí manifestar la irracionalidad de parar?
¿Soy al único que al ver que estamos tan pero tan bien este tango le resulta anacrónico?
Que el mundo fue y será una porquería
ya lo sé...
¡En el quinientos seis
y en el dos mil también!.
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublé...
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos...
¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!...
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
No hay aplazaos
ni escalafón,
los inmorales
nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
¡da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón!...
¡Qué falta de respeto, qué atropello
a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!
Mezclao con Stavisky va Don Bosco
y "La Mignón",
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia
contra un calefón...
¡Siglo veinte, cambalache
problemático y febril!...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil!
¡Dale nomás!
¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
nos vamo a encontrar!
¡No pienses más,
sentate a un lao,
que a nadie importa
si naciste honrao!
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura
o está fuera de la ley...