Mensajepor Roberto » Dom Feb 23, 2014 2:18 pm
"La esquizoidia, o psicopatía esquizoide, fue aislada por los mismos famosos creadores de la psiquiatría moderna. Desde el comienzo fue creada como una forma más leve de la misma contaminación hereditaria que es la causa de la susceptibilidad a la esquizofrenia. Sin embargo, esta última conexión nunca pudo confirmarse ni ser negada con la ayuda de análisis estadísticos, y en aquel entonces no se encontró ningún examen biológico que fuera capaz de resolver el dilema. Por razones prácticas, hablaremos de la esquizoidia sin hacer más referencia a esta relación tradicional.
Los textos nos proveen descripciones de distintas variedades de esta anomalía, cuya existencia puede ser atribuida a los cambios en el factor genético o a diferencias en otras características individuales de una naturaleza no patológica. Esquematicemos pues a las características comunes a las subespecies.
Los portadores de esta anomalía son hipersensibles y desconfiados, pero prestan poca atención a los sentimientos de los demás, tienden a asumir posiciones extremas, y están ansiosos por vengarse ante la menor ofensa. A veces son excéntricos y extraños.
Su escaso sentido de la situación psicológica y de la realidad los conduce a sobreponer interpretaciones erróneas y peyorativas de las intenciones de los demás.
Se involucran fácilmente en actividades que son ostensiblemente morales, pero las cuales en verdad infligen daños sobre ellos mismos y otros.
Su visión psicológica del mundo, empobrecida, los vuelve típicamente pesimistas en cuando a la naturaleza humana. Con frecuencia encontramos expresiones de las actitudes que les son características en sus afirmaciones y en lo que escriben: “ La naturaleza humana es tan mala que el orden en la sociedad sólo se puede mantener a través de un poder fuerte creado por individuos altamente calificados en nombre de alguna idea más elevada.” Llamemos a esta frase, la expresión típica de la “declaración esquizoide”.
La naturaleza humana tiende efectivamente a ser mala, sobre todo cuando los esquizoides le amargan la vida a la gente."
En efecto, con frecuencia se halla a este tipo de personas entre los grandes ideólogos y moralistas de doctrinas que empobrecen la sociedad, proveen un marco limitado y estrecho para la existencia y tienden a juzgar severamente cualquier desviación del mismo.
Con frecuencia, la personalidad esquizoide se revela a sí misma a través de un análisis cuidadoso de la producción escrita.
Lobaczewski identifica claramente este tipo de personalidad en algunos grandes ideólogos y activistas políticos, como Marx, Engels, Hobbes y varios líderes intelectuales neoconservadores actuales.
Los protocolos de los sabios de Sión (una serie de documentos de atribución polémica y que incendiaron la política y estimularon el antisemitismo a principios del siglo XX) son considerados por Lobaczewski como prototipos de pensamiento esquizoide.
Las personalidades esquizoides, a pesar de ser poco frecuentes, pueden alcanzar un grado de influencia en la política y en la moral social muy fuerte, especialmente en etapas de estrés y falta de cohesión social.