Yops escribió:¿Qué tiene que ver con YPF eso ?
YPFD YPF S.A.
Re: YPFD YPF S.A.
Les subo ést a ver qué les parece :
Re: YPFD YPF S.A.
¿Qué tiene que ver con YPF eso ? 

Re: YPFD YPF S.A.
danianto62 escribió:qué payasos los gallegos, no?, horrorizandose por la situación argentina y teniendo seis millones de desocupados, qué importante el comentario de la nación, siempre empujando el carro, hay que sacarse el sombrero por el talento para empujar que tienen....ah!, para dónde empujan??
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--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ESTO ES DE UN INFORME DE UNICEF DE AYER 30% DE POBREZA INFANTIL EN ESPAÑA (LA UE es 27%) ,osea casi uno de cada tres esta cayendo en la POBREZA y ya se acerca a 3millones de niños en ESPAÑA.---------------------------------------------LA NAZI0n ,payasos y RIDICULOS.
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Re: YPFD YPF S.A.
Joacoisback escribió:Quiero entraaaaaaaaar, pero tengo miedo, es mi primer compra jaja
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------NO no TE CONVIENE METERTE en ESTA ESPERA HASTA MARZO que el panorama va a estar,mucho mas CLARO, date la vuelta por otro lado, hacete unos pesos de paso le tomas la mano y volve, nosotros entre entrar y salir vamos a perder plata en comisiones pero vos NO.TENES TIEMPO para ir y volver aprovechalo NO muchas veces tenes ESA OPORTUNIDAD, OJO LA PLATA ES TUYA Y LA DECISION TAMBIEN

Re: YPFD YPF S.A.
Joacoisback escribió:Quiero entraaaaaaaaar, pero tengo miedo, es mi primer compra jaja
Metete en ERAR. Acá vas a sufrir por un rato largo.
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Re: YPFD YPF S.A.
Quiero entraaaaaaaaar, pero tengo miedo, es mi primer compra jaja
Re: YPFD YPF S.A.
YPF y Petronas ya negocian un plan de inversiones para Vaca Muerta !!!!
http://www.lmneuquen.com.ar/noticias/20 ... rta_213829
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Re: YPFD YPF S.A.
Estimados, viendo un poco el gráfico en 1 hora, observo que el precio tocó en acumulación 23,9 y parece que no quiere ir más para abajo, porque ahi ya estuvo anteriormente (explicacion forex), entonces podría decirse que trazando la linea del piso en 23,8 más o menos, todo soporte es zona no nos olvidemos, estaríamos empezando a arrancar desde el final del pullback que tocó precisamente esta línea y "debería" arrancar para arriba.......




Re: YPFD YPF S.A.
BUen dia...me parece que hoy es dia de euforia! Vamos!!!
Re: YPFD YPF S.A.
Los que estan en la imagen RC, esos y una retracción de Fibonacci que sólo levanta al 76.4% y con el volumen más grande hace mucho tiempo.
RC escribió:Jorge , me refería a fundamentos tecnicos...si fuera por los otros estaría jugando al ajedrez.
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Re: YPFD YPF S.A.
qué payasos los gallegos, no?, horrorizandose por la situación argentina y teniendo seis millones de desocupados, qué importante el comentario de la nación, siempre empujando el carro, hay que sacarse el sombrero por el talento para empujar que tienen....ah!, para dónde empujan??




Re: YPFD YPF S.A.
Pido disculpas por la repetición, no buscada, del artículo de La Nacion
Saludos
Saludos
Re: YPFD YPF S.A.
Otro efecto no deseado de la devaluación: se demora el acuerdo entre YPF y Repsol
Por Martín Rodríguez Yebra | LA NACION
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Con Brufau a la cabeza, Repsol analizó ayer la situación argentina.
MADRID.- La crisis cambiaria argentina, que puso en guardia al mundo entero, suma nuevos efectos secundarios: la incertidumbre sobre el rumbo de la economía del país enfrió el promocionado acuerdo entre el gobierno kirchnerista y Repsol para cerrar el conflicto por la nacionalización de YPF.
Las negociaciones iniciadas hace dos meses continúan, con un nivel de diálogo fluido, pero en España admiten que cerrar un pacto que consiste en aceptar bonos del Tesoro argentino en medio de la tormenta actual sería para la empresa como firmar un cheque en blanco.
El consejo de administración de Repsol se reunió ayer por primera vez en el año. Con el presidente Antonio Brufau a la cabeza, se analizaron los últimos detalles de las gestiones con la Casa Rosada y cómo puede condicionarlas el derrumbe del peso. Hubo estricto hermetismo al final de cuatro horas de encuentro. Nada para anunciar.
"La voluntad de acordar se mantiene, pero cambió el contexto y hay que analizar con cautela los próximos pasos", dijo una fuente vinculada con el directorio de la compañía.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, esperaba que a estas alturas ya estuviera aprobado el contrato de indemnización por el 51% de las acciones que tenía Repsol en YPF. La Argentina ofrece 5000 millones de dólares en títulos públicos a cambio de que Repsol renuncie a los litigios internacionales que interpuso contra el Estado y que obstaculizan las inversiones privadas en la petrolera argentina.
Pero, como el propio ministro dijo hace dos semanas, son negociaciones "complicadas". Los españoles exigen garantías especiales para aceptar los bonos argentinos, que en los mercados internacionales se consideran de "altísimo riesgo".
Kicillof se niega a añadir un aval adicional al del Tesoro (por ejemplo, ofrecer como garantía las reservas del Banco Central), porque sería asumir como cierto el peligro de default que pregonan algunos analistas financieros. Así se lo dijo al ministro de Industria español, José Manuel Soria, con quien habló por teléfono la semana pasada para analizar la marcha de las negociaciones que ellos acordaron abrir en Buenos Aires el 25 de noviembre pasado.
El gobierno de Cristina Kirchner considera que la oferta presentada es generosa: bonos a 10 años por 5000 millones de dólares a un interés muy alto, cercano al 8,5%. Además, se atendió el reclamo de "liquidez" que exigían los españoles mediante la inclusión de una cláusula que permitiría la amortización anticipada en dos años de una parte de la deuda. Repsol ve todavía muchísimos detalles jurídicos y financieros por ajustar, aunque no deja de destacar la "excelente predisposición" de Kicillof y del CEO de YPF, Miguel Galuccio, para pulir la letra chica del pacto.
La empresa quiere un instrumento financiero que pueda ser vendido en el corto plazo. Ya antes de que quedara en evidencia la crisis del peso, un bono argentino podía perder hasta la mitad de su valor nominal al ser negociado en el mercado. Ahora, con todo el mundo mirando a Buenos Aires, el riesgo es "completamente inasumible", según un funcionario del gobierno español al tanto de la discusión.
En Repsol se manejan con máxima discreción para no perder la línea abierta con la Casa Rosada después de un año y medio de tensiones político-judiciales. El número dos de Brufau, Nemesio Fernández Cuesta, viaja casi todas las semanas a Buenos Aires para reunirse con Kicillof y Galuccio. Sus reportes son cautelosos, pero no del todo pesimistas. Algunos analistas ligados a la empresa consideran que la crisis puede ser una oportunidad: "Kicillof necesita hoy más que nunca una señal para mostrar al mundo que puede normalizar la economía. Tal vez ahora tenga mayor disposición a ceder".
¿Aceptará incluir las reservas como garantía última de los bonos?; ¿o admitirá la pretensión de que el valor nominal de los títulos de la indemnización suba hasta 8000 millones, para absorber un descuento? Como antecedente, en España recuerdan que Kicillof fue en abril de 2012 el cerebro de la expropiación y gritaba a los cuatro vientos que Repsol no cobraría un centavo. El gobierno argentino espera que las consecuencias de la devaluación sólo demoren un tiempo más el fin de esta historia. Insisten en que a más tardar en marzo se firmará la paz. Confían para eso en la presión que ejerce su gran aliado Pemex, la petrolera estatal mexicana, que es dueña de un 9% de Repsol. La semana pasada el número 1 de Pemex, Emilio Lozoya, se reunió en Davos con el ministro Soria para repasar el caso YPF. Fuentes con información sobre lo que allí ocurrió señalaron que el español había transmitido la necesidad de actuar con cautela ante la situación argentina, pero ratificó la voluntad de España por cerrar el capítulo cuanto antes.
TRANQUILIDAD EN YPF PESE A LA CRISIS CAMBIARIA
La incertidumbre con respecto al futuro de la economía no parece inquietar más de la cuenta a la gestión de YPF, que lidera Miguel Galuccio. Consideran que sus efectos serán pasajeros. Entre ellos, la demora en la firma de un acuerdo con Repsol. Una fuente de trato frecuente con el presidente de la petrolera reconoció ayer a LA NACION que la empresa no está ajena a la situación que atraviesa el país. Pero negó que las negociaciones estén caídas y sostuvo que Galuccio no está preocupado porque eso pueda ocurrir. Puso como ejemplo el hecho de que, todas las semanas, diversos ejecutivos enviados por la empresa española visitan la torre de YPF en Puerto Madero para avanzar en el convenio. El jueves de la semana pasada estuvo en la sede de YPF Nemesio Fernández Cuesta, número dos de Repsol. Casi al mismo tiempo, la devaluación estiró los plazos para la firma del acuerdo..
Del editor: qué significa.
Si el Gobierno había pensado que la devaluación no impactaría en la economía real, la situación de YPF fue un claro ejemplo de lo contrario.
Por Martín Rodríguez Yebra | LA NACION
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Con Brufau a la cabeza, Repsol analizó ayer la situación argentina.
MADRID.- La crisis cambiaria argentina, que puso en guardia al mundo entero, suma nuevos efectos secundarios: la incertidumbre sobre el rumbo de la economía del país enfrió el promocionado acuerdo entre el gobierno kirchnerista y Repsol para cerrar el conflicto por la nacionalización de YPF.
Las negociaciones iniciadas hace dos meses continúan, con un nivel de diálogo fluido, pero en España admiten que cerrar un pacto que consiste en aceptar bonos del Tesoro argentino en medio de la tormenta actual sería para la empresa como firmar un cheque en blanco.
El consejo de administración de Repsol se reunió ayer por primera vez en el año. Con el presidente Antonio Brufau a la cabeza, se analizaron los últimos detalles de las gestiones con la Casa Rosada y cómo puede condicionarlas el derrumbe del peso. Hubo estricto hermetismo al final de cuatro horas de encuentro. Nada para anunciar.
"La voluntad de acordar se mantiene, pero cambió el contexto y hay que analizar con cautela los próximos pasos", dijo una fuente vinculada con el directorio de la compañía.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, esperaba que a estas alturas ya estuviera aprobado el contrato de indemnización por el 51% de las acciones que tenía Repsol en YPF. La Argentina ofrece 5000 millones de dólares en títulos públicos a cambio de que Repsol renuncie a los litigios internacionales que interpuso contra el Estado y que obstaculizan las inversiones privadas en la petrolera argentina.
Pero, como el propio ministro dijo hace dos semanas, son negociaciones "complicadas". Los españoles exigen garantías especiales para aceptar los bonos argentinos, que en los mercados internacionales se consideran de "altísimo riesgo".
Kicillof se niega a añadir un aval adicional al del Tesoro (por ejemplo, ofrecer como garantía las reservas del Banco Central), porque sería asumir como cierto el peligro de default que pregonan algunos analistas financieros. Así se lo dijo al ministro de Industria español, José Manuel Soria, con quien habló por teléfono la semana pasada para analizar la marcha de las negociaciones que ellos acordaron abrir en Buenos Aires el 25 de noviembre pasado.
El gobierno de Cristina Kirchner considera que la oferta presentada es generosa: bonos a 10 años por 5000 millones de dólares a un interés muy alto, cercano al 8,5%. Además, se atendió el reclamo de "liquidez" que exigían los españoles mediante la inclusión de una cláusula que permitiría la amortización anticipada en dos años de una parte de la deuda. Repsol ve todavía muchísimos detalles jurídicos y financieros por ajustar, aunque no deja de destacar la "excelente predisposición" de Kicillof y del CEO de YPF, Miguel Galuccio, para pulir la letra chica del pacto.
La empresa quiere un instrumento financiero que pueda ser vendido en el corto plazo. Ya antes de que quedara en evidencia la crisis del peso, un bono argentino podía perder hasta la mitad de su valor nominal al ser negociado en el mercado. Ahora, con todo el mundo mirando a Buenos Aires, el riesgo es "completamente inasumible", según un funcionario del gobierno español al tanto de la discusión.
En Repsol se manejan con máxima discreción para no perder la línea abierta con la Casa Rosada después de un año y medio de tensiones político-judiciales. El número dos de Brufau, Nemesio Fernández Cuesta, viaja casi todas las semanas a Buenos Aires para reunirse con Kicillof y Galuccio. Sus reportes son cautelosos, pero no del todo pesimistas. Algunos analistas ligados a la empresa consideran que la crisis puede ser una oportunidad: "Kicillof necesita hoy más que nunca una señal para mostrar al mundo que puede normalizar la economía. Tal vez ahora tenga mayor disposición a ceder".
¿Aceptará incluir las reservas como garantía última de los bonos?; ¿o admitirá la pretensión de que el valor nominal de los títulos de la indemnización suba hasta 8000 millones, para absorber un descuento? Como antecedente, en España recuerdan que Kicillof fue en abril de 2012 el cerebro de la expropiación y gritaba a los cuatro vientos que Repsol no cobraría un centavo. El gobierno argentino espera que las consecuencias de la devaluación sólo demoren un tiempo más el fin de esta historia. Insisten en que a más tardar en marzo se firmará la paz. Confían para eso en la presión que ejerce su gran aliado Pemex, la petrolera estatal mexicana, que es dueña de un 9% de Repsol. La semana pasada el número 1 de Pemex, Emilio Lozoya, se reunió en Davos con el ministro Soria para repasar el caso YPF. Fuentes con información sobre lo que allí ocurrió señalaron que el español había transmitido la necesidad de actuar con cautela ante la situación argentina, pero ratificó la voluntad de España por cerrar el capítulo cuanto antes.
TRANQUILIDAD EN YPF PESE A LA CRISIS CAMBIARIA
La incertidumbre con respecto al futuro de la economía no parece inquietar más de la cuenta a la gestión de YPF, que lidera Miguel Galuccio. Consideran que sus efectos serán pasajeros. Entre ellos, la demora en la firma de un acuerdo con Repsol. Una fuente de trato frecuente con el presidente de la petrolera reconoció ayer a LA NACION que la empresa no está ajena a la situación que atraviesa el país. Pero negó que las negociaciones estén caídas y sostuvo que Galuccio no está preocupado porque eso pueda ocurrir. Puso como ejemplo el hecho de que, todas las semanas, diversos ejecutivos enviados por la empresa española visitan la torre de YPF en Puerto Madero para avanzar en el convenio. El jueves de la semana pasada estuvo en la sede de YPF Nemesio Fernández Cuesta, número dos de Repsol. Casi al mismo tiempo, la devaluación estiró los plazos para la firma del acuerdo..
Del editor: qué significa.
Si el Gobierno había pensado que la devaluación no impactaría en la economía real, la situación de YPF fue un claro ejemplo de lo contrario.
Re: YPFD YPF S.A.
Otro efecto no deseado de la devaluación: se demora el acuerdo entre YPF y Repsol
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Con Brufau a la cabeza, Repsol analizó ayer la situación argentina.
MADRID.- La crisis cambiaria argentina, que puso en guardia al mundo entero, suma nuevos efectos secundarios: la incertidumbre sobre el rumbo de la economía del país enfrió el promocionado acuerdo entre el gobierno kirchnerista y Repsol para cerrar el conflicto por la nacionalización de YPF.
Las negociaciones iniciadas hace dos meses continúan, con un nivel de diálogo fluido, pero en España admiten que cerrar un pacto que consiste en aceptar bonos del Tesoro argentino en medio de la tormenta actual sería para la empresa como firmar un cheque en blanco.
El consejo de administración de Repsol se reunió ayer por primera vez en el año. Con el presidente Antonio Brufau a la cabeza, se analizaron los últimos detalles de las gestiones con la Casa Rosada y cómo puede condicionarlas el derrumbe del peso. Hubo estricto hermetismo al final de cuatro horas de encuentro. Nada para anunciar.
"La voluntad de acordar se mantiene, pero cambió el contexto y hay que analizar con cautela los próximos pasos", dijo una fuente vinculada con el directorio de la compañía.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, esperaba que a estas alturas ya estuviera aprobado el contrato de indemnización por el 51% de las acciones que tenía Repsol en YPF. La Argentina ofrece 5000 millones de dólares en títulos públicos a cambio de que Repsol renuncie a los litigios internacionales que interpuso contra el Estado y que obstaculizan las inversiones privadas en la petrolera argentina.
Pero, como el propio ministro dijo hace dos semanas, son negociaciones "complicadas". Los españoles exigen garantías especiales para aceptar los bonos argentinos, que en los mercados internacionales se consideran de "altísimo riesgo".
Kicillof se niega a añadir un aval adicional al del Tesoro (por ejemplo, ofrecer como garantía las reservas del Banco Central), porque sería asumir como cierto el peligro de default que pregonan algunos analistas financieros. Así se lo dijo al ministro de Industria español, José Manuel Soria, con quien habló por teléfono la semana pasada para analizar la marcha de las negociaciones que ellos acordaron abrir en Buenos Aires el 25 de noviembre pasado.
El gobierno de Cristina Kirchner considera que la oferta presentada es generosa: bonos a 10 años por 5000 millones de dólares a un interés muy alto, cercano al 8,5%. Además, se atendió el reclamo de "liquidez" que exigían los españoles mediante la inclusión de una cláusula que permitiría la amortización anticipada en dos años de una parte de la deuda. Repsol ve todavía muchísimos detalles jurídicos y financieros por ajustar, aunque no deja de destacar la "excelente predisposición" de Kicillof y del CEO de YPF, Miguel Galuccio, para pulir la letra chica del pacto.
La empresa quiere un instrumento financiero que pueda ser vendido en el corto plazo. Ya antes de que quedara en evidencia la crisis del peso, un bono argentino podía perder hasta la mitad de su valor nominal al ser negociado en el mercado. Ahora, con todo el mundo mirando a Buenos Aires, el riesgo es "completamente inasumible", según un funcionario del gobierno español al tanto de la discusión.
En Repsol se manejan con máxima discreción para no perder la línea abierta con la Casa Rosada después de un año y medio de tensiones político-judiciales. El número dos de Brufau, Nemesio Fernández Cuesta, viaja casi todas las semanas a Buenos Aires para reunirse con Kicillof y Galuccio. Sus reportes son cautelosos, pero no del todo pesimistas. Algunos analistas ligados a la empresa consideran que la crisis puede ser una oportunidad: "Kicillof necesita hoy más que nunca una señal para mostrar al mundo que puede normalizar la economía. Tal vez ahora tenga mayor disposición a ceder".
¿Aceptará incluir las reservas como garantía última de los bonos?; ¿o admitirá la pretensión de que el valor nominal de los títulos de la indemnización suba hasta 8000 millones, para absorber un descuento? Como antecedente, en España recuerdan que Kicillof fue en abril de 2012 el cerebro de la expropiación y gritaba a los cuatro vientos que Repsol no cobraría un centavo. El gobierno argentino espera que las consecuencias de la devaluación sólo demoren un tiempo más el fin de esta historia. Insisten en que a más tardar en marzo se firmará la paz. Confían para eso en la presión que ejerce su gran aliado Pemex, la petrolera estatal mexicana, que es dueña de un 9% de Repsol. La semana pasada el número 1 de Pemex, Emilio Lozoya, se reunió en Davos con el ministro Soria para repasar el caso YPF. Fuentes con información sobre lo que allí ocurrió señalaron que el español había transmitido la necesidad de actuar con cautela ante la situación argentina, pero ratificó la voluntad de España por cerrar el capítulo cuanto antes.
TRANQUILIDAD EN YPF PESE A LA CRISIS CAMBIARIA
La incertidumbre con respecto al futuro de la economía no parece inquietar más de la cuenta a la gestión de YPF, que lidera Miguel Galuccio. Consideran que sus efectos serán pasajeros. Entre ellos, la demora en la firma de un acuerdo con Repsol. Una fuente de trato frecuente con el presidente de la petrolera reconoció ayer a LA NACION que la empresa no está ajena a la situación que atraviesa el país. Pero negó que las negociaciones estén caídas y sostuvo que Galuccio no está preocupado porque eso pueda ocurrir. Puso como ejemplo el hecho de que, todas las semanas, diversos ejecutivos enviados por la empresa española visitan la torre de YPF en Puerto Madero para avanzar en el convenio. El jueves de la semana pasada estuvo en la sede de YPF Nemesio Fernández Cuesta, número dos de Repsol. Casi al mismo tiempo, la devaluación estiró los plazos para la firma del acuerdo..
Del editor: qué significa.
Si el Gobierno había pensado que la devaluación no impactaría en la economía real, la situación de YPF fue un claro ejemplo de lo contrario.
Por Martín Rodríguez Yebra | LA NACION
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Con Brufau a la cabeza, Repsol analizó ayer la situación argentina.
MADRID.- La crisis cambiaria argentina, que puso en guardia al mundo entero, suma nuevos efectos secundarios: la incertidumbre sobre el rumbo de la economía del país enfrió el promocionado acuerdo entre el gobierno kirchnerista y Repsol para cerrar el conflicto por la nacionalización de YPF.
Las negociaciones iniciadas hace dos meses continúan, con un nivel de diálogo fluido, pero en España admiten que cerrar un pacto que consiste en aceptar bonos del Tesoro argentino en medio de la tormenta actual sería para la empresa como firmar un cheque en blanco.
El consejo de administración de Repsol se reunió ayer por primera vez en el año. Con el presidente Antonio Brufau a la cabeza, se analizaron los últimos detalles de las gestiones con la Casa Rosada y cómo puede condicionarlas el derrumbe del peso. Hubo estricto hermetismo al final de cuatro horas de encuentro. Nada para anunciar.
"La voluntad de acordar se mantiene, pero cambió el contexto y hay que analizar con cautela los próximos pasos", dijo una fuente vinculada con el directorio de la compañía.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, esperaba que a estas alturas ya estuviera aprobado el contrato de indemnización por el 51% de las acciones que tenía Repsol en YPF. La Argentina ofrece 5000 millones de dólares en títulos públicos a cambio de que Repsol renuncie a los litigios internacionales que interpuso contra el Estado y que obstaculizan las inversiones privadas en la petrolera argentina.
Pero, como el propio ministro dijo hace dos semanas, son negociaciones "complicadas". Los españoles exigen garantías especiales para aceptar los bonos argentinos, que en los mercados internacionales se consideran de "altísimo riesgo".
Kicillof se niega a añadir un aval adicional al del Tesoro (por ejemplo, ofrecer como garantía las reservas del Banco Central), porque sería asumir como cierto el peligro de default que pregonan algunos analistas financieros. Así se lo dijo al ministro de Industria español, José Manuel Soria, con quien habló por teléfono la semana pasada para analizar la marcha de las negociaciones que ellos acordaron abrir en Buenos Aires el 25 de noviembre pasado.
El gobierno de Cristina Kirchner considera que la oferta presentada es generosa: bonos a 10 años por 5000 millones de dólares a un interés muy alto, cercano al 8,5%. Además, se atendió el reclamo de "liquidez" que exigían los españoles mediante la inclusión de una cláusula que permitiría la amortización anticipada en dos años de una parte de la deuda. Repsol ve todavía muchísimos detalles jurídicos y financieros por ajustar, aunque no deja de destacar la "excelente predisposición" de Kicillof y del CEO de YPF, Miguel Galuccio, para pulir la letra chica del pacto.
La empresa quiere un instrumento financiero que pueda ser vendido en el corto plazo. Ya antes de que quedara en evidencia la crisis del peso, un bono argentino podía perder hasta la mitad de su valor nominal al ser negociado en el mercado. Ahora, con todo el mundo mirando a Buenos Aires, el riesgo es "completamente inasumible", según un funcionario del gobierno español al tanto de la discusión.
En Repsol se manejan con máxima discreción para no perder la línea abierta con la Casa Rosada después de un año y medio de tensiones político-judiciales. El número dos de Brufau, Nemesio Fernández Cuesta, viaja casi todas las semanas a Buenos Aires para reunirse con Kicillof y Galuccio. Sus reportes son cautelosos, pero no del todo pesimistas. Algunos analistas ligados a la empresa consideran que la crisis puede ser una oportunidad: "Kicillof necesita hoy más que nunca una señal para mostrar al mundo que puede normalizar la economía. Tal vez ahora tenga mayor disposición a ceder".
¿Aceptará incluir las reservas como garantía última de los bonos?; ¿o admitirá la pretensión de que el valor nominal de los títulos de la indemnización suba hasta 8000 millones, para absorber un descuento? Como antecedente, en España recuerdan que Kicillof fue en abril de 2012 el cerebro de la expropiación y gritaba a los cuatro vientos que Repsol no cobraría un centavo. El gobierno argentino espera que las consecuencias de la devaluación sólo demoren un tiempo más el fin de esta historia. Insisten en que a más tardar en marzo se firmará la paz. Confían para eso en la presión que ejerce su gran aliado Pemex, la petrolera estatal mexicana, que es dueña de un 9% de Repsol. La semana pasada el número 1 de Pemex, Emilio Lozoya, se reunió en Davos con el ministro Soria para repasar el caso YPF. Fuentes con información sobre lo que allí ocurrió señalaron que el español había transmitido la necesidad de actuar con cautela ante la situación argentina, pero ratificó la voluntad de España por cerrar el capítulo cuanto antes.
TRANQUILIDAD EN YPF PESE A LA CRISIS CAMBIARIA
La incertidumbre con respecto al futuro de la economía no parece inquietar más de la cuenta a la gestión de YPF, que lidera Miguel Galuccio. Consideran que sus efectos serán pasajeros. Entre ellos, la demora en la firma de un acuerdo con Repsol. Una fuente de trato frecuente con el presidente de la petrolera reconoció ayer a LA NACION que la empresa no está ajena a la situación que atraviesa el país. Pero negó que las negociaciones estén caídas y sostuvo que Galuccio no está preocupado porque eso pueda ocurrir. Puso como ejemplo el hecho de que, todas las semanas, diversos ejecutivos enviados por la empresa española visitan la torre de YPF en Puerto Madero para avanzar en el convenio. El jueves de la semana pasada estuvo en la sede de YPF Nemesio Fernández Cuesta, número dos de Repsol. Casi al mismo tiempo, la devaluación estiró los plazos para la firma del acuerdo..
Del editor: qué significa.
Si el Gobierno había pensado que la devaluación no impactaría en la economía real, la situación de YPF fue un claro ejemplo de lo contrario.