Los fabricantes de Tierra del Fuego, en la mira del Gobierno
Por Diego Cabot | LA NACION
Los fabricantes de electrónica y de electrodomésticos tuvieron su primera reunión con el secretario de Comercio, Augusto Costa. Las formas y los modales cambiaron. Las exigencias fueron similares.
Los empresarios salieron de allí con un pedido concreto: para los próximos meses tienen que reducir 20% las importaciones de componentes que luego utilizan para fabricar los productos.
La idea de los empresarios es mantener la producción, es decir, evitar comprar 20% menos, ya que la consecuencia de eso es producir menos. "La demanda requiere productos, por lo tanto no queremos bajar el nivel de producción ni reducir nuestra plantilla de empleados -dicen en Newsan, principal fabricante de la isla y que produce, entre otras cosas, un millón de televisores y 700.000 aires acondicionados por año-. Trabajamos en el diseño de un bono por el cual podemos comprar lo mismo, pero financiamos ese 20 por ciento y no requerimos dólares para eso."
Para el año que termina,
la industria necesita alrededor de 3500 millones de dólares para importar componentes en Tierra del Fuego. La idea de Costa es que esa cifra se reduzca en US$ 700 millones. En la reunión también estaba la ministra de Industria, Débora Giorgi, una de las principales interlocutoras del Gobierno con uno de los sectores claves para el consumo interno.
Otro de los puntos que se intentó fue la localización de más piezas en el país. "Alguna posibilidad de integrar algo más acá existe. Pero ese es un proceso lento que recién empezamos a caminar. Va a costar", dicen entre los empresarios.
Aquella obsesión de Moreno
El equilibrio de las balanzas comerciales por sector era una de las obsesiones de Moreno y se ha convertido, según parece, en tema central de la actual gestión de Costa.
Los fabricantes de electrodomésticos y productos tecnológicos jamás niegan la necesidad de importar componentes, pero argumentan que en caso de que esos bienes no se fabricaran en Tierra del Fuego, habría que importarlos y, claro está, habrá que pagarlos en dólares. "Nuestra industria tiene una facturación aproximada de 5000 millones de dólares. Es decir que habría que importar bienes por ese valor si se quieren reemplazar. Nuestra demanda de dólares para importar componentes es mucho menor que la que existiría en caso de que se cierre Tierra del Fuego y todo se reemplace con importados", explican.
Los industriales no se han quedado quietos con tal de evitar que los pedidos de reducción de importaciones de componentes se hagan más exigentes.
En la gestión Moreno surgió una iniciativa sectorial que contó con la aprobación del secretario y de la presidenta Cristina Kirchner.
La idea para compensar la balanza es generar e invertir en proyectos que tengan un horizonte exportador. El vehículo es un fideicomiso privado al que aportan mensualmente todos los fabricantes de electrónica y electrodomésticos del país.
"Ya invertimos en la mina San Nicolás que estaba parada en Santa Cruz. Ese emprendimiento tiene expectativas de exportación por 1000 millones de dólares en los próximos años. Además, tenemos en análisis 10 carpetas para apoyar otros proyectos exportadores que han tenido algún problema de financiamiento", explican en el sector. Dicen, además, que el ministro de Economía, Axel Kicillof, desconocía la existencia de esa iniciativa. "Se entusiasmó", cuentan.
Actualmente, el 100% de los televisores y de los aires acondicionados que se venden en un año en la Argentina se produce en Tierra del Fuego.
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