Niños bonaerenses denuncian a su provincia en los tribunales
Por: Alejandro Rebossio | 11 de septiembre de 2013
Miles de niños pobres que asisten a hogares y centros de día de la provincia de Buenos Aires, la más poblada de Argentina (39% del total nacional), presentaron este martes una denuncia judicial contra el Estado bonaerense. También lo demandaron en los tribunales esas organizaciones sociales que los asisten no solo a la hora de alimentarlos sino además al educarlos y darles afecto. Juntos, y con el asesoramiento de la Universidad de La Plata, denunciaron en esta ciudad, capital de la provincia, que el Gobierno del peronista Daniel Scioli “amenaza, desconoce y lesiona, en forma actual e inminente, con arbitrariedad e ilegalidad manifiesta los derechos constitucionales, individuales y colectivos, de niños, niñas y adolescentes, e instituciones dedicadas a la protección y promoción integral de los derechos de la niñez y adolescencia”. Scioli, aunque conservador en sus posiciones, se mantiene fiel a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y aspira a sucederla en 2015.
Las más de 20 organizaciones sociales y los niños que a ellas asisten plantearon en su denuncia que en los últimos cinco años el presupuesto provincial de seguridad se elevó el 266,5%, pero el de niñez y adolescencia en riesgo, solo el 72%. En ese periodo la inflación ascendió al 166,4%, con lo que se puede concluir que en términos reales la provincia de Buenos Aires gasta cada vez menos en los programas para estos niños. En cambio, advierten de que los Gobiernos de Fernández y Scioli aumentan la cantidad de policías, patrullas y cámaras de seguridad para proteger a las clases altas y medias. “El paco (pasta base de la cocaína) se mueve por las calles impune, sin que haya una política real, no sólo en el combate contra el narcotráfico, sino también para brindar respuestas a los chicos que caen en esas redes”, se quejó Laura Taffetani, integrante del Movimiento Nacional Chicos del Pueblo y la Fundación Pelota de Trapo, denunciante en la causa, a Radio Provincia de Buenos Aires. “(Hay) un circuito delictivo que tiene orígenes en las comisarías.
Los barrios (pobres) son cárceles a cielo abierto. Cuando el chico pasa la frontera del barrio, hay problemas, pero si muere dentro de esa frontera, a nadie le importe porque lo hemos naturalizado”, dijo Taffetani, un día después de que un niño de nueve años muriera en medio de un tiroteo en un barrios de chabolas de la ciudad de Buenos Aires, que se encuentra fuera de la jurisdicción provincial y bajo control político del conservador Mauricio Macri.
Los denunciantes también se quejaron de que las becas que reciben los hogares y centros de día bonaerenses para ocuparse de esos chavales, muchos de cuyos padres los envían allí para que los alimenten o los cuiden mientras ellos van a trabajar, han permanecido congeladas en su valor desde hace más de tres años. Pero no solo eso: el Estado bonaerense además las paga con retraso “constante”, lo que provoca el “cierre de las obras o de varios de sus programas”, advirtieron las entidades y los chicos. “Las obras (de las organizaciones sociales) no remplazan al Estado: hacen todo aquello que el Estado no haría jamás, por determinación sistémica: muestran que hay otra vida posible, otro abrigo, otro crecimiento, cimentado en pan y ternura”, escribió Silvana Melo, periodista de la Agencia de Noticias Pelota de Trapo, que depende de la fundación homónima.
Un centenar de niños provenientes de diez municipios de la periferia de Buenos Aires y de otras dos ciudades de la provincia, Miramar y Bahía Blanca, se manifestaron en las calles de La Plata junto con los militantes de las organizaciones sociales, entraron a los tribunales de la capital bonaerense y algunos de ellos en puntas de pie presentaron los papeles de la denuncia en un juzgado.
El protagonismo de los menores de edad en la protesta ocurre en un momento en que Argentina vuelve a discutir sobre la posibilidad de bajar la edad de imputabilidad penal de los 16 a los 14 años, una idea sostenida por la derecha y criticada por la izquierda. Es que así lo ha propuesta el primer candidato a diputado del peronista kirchnerista en la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, lo que le ha valido críticas de varios compañeros de su lista de postulantes.
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