Diálogos en Wall Street
Septiembre es la fecha para empezar la retirada del QE3, pero la gente ya no se asusta como antes. La tasa larga mantiene su apostura. Y todos los demás activos de riesgo que sufrieron a mares en mayo y junio, lucen bien preparados para la circunstancia. De ello y de las modas que surcan los mercados internacionales hablamos con Gordon Gekko, nuestro hombre en Wall Street.
Por: José Siaba Serrate
Periodista: Nadie discute ya que la persiana del QE3 comenzará a bajarse la próxima reunión de septiembre. ¿O sí?
Gordon Gekko: Dos de cada tres especialistas piensan que así será. No hay unanimidad, pero no es fácil lograr que todo el mundo piense lo mismo, a más de un mes del mitin de la Fed.
P.: La ejecución parece muy probable y, sin embargo, a diferencia de lo que aconteció en mayo o junio, esta vez, no se lo vive como una pesadilla. ¿Es resignación? ¿Sus efectos ya están incorporados en los precios?
G.G.: Los precios son otros. La primera vez que Bernanke abrió la boca para emitir una queja, la tasa larga se ubicaba casi un punto porcentual por debajo de donde está hoy.
P.: ¿Quiere decir que las cotizaciones de los bonos y de los muchos activos de riesgo que también ajustaron las suyas, nos protegen ya de un eventual percance?
G.G.: En buena medida, sí.
P.: Pero no totalmente...
G.G.: Nunca se sabe. Por eso la Fed apura el cambio de mensaje y se toma cinco semanas para monitorear si se producen grietas que puedan suponer un peligro.
P.: De acuerdo. Se lo pregunto de otra forma: ¿lo peor ya pasó?
G.G.: Se lo contesto así: ¿qué sucedió con el precio del oro en mayo/ junio y qué acontece ahora?
P.: Primero se destruyó...
G.G.: Cayó más del 15% entre mediados de mayo y fines de junio. O sea, unos 250 dólares la onza.
P.: Hizo piso algo por encima de los 1.200 dólares. Y ahora se ubica en más de 1.300 pese a la convicción de que la Fed se alista a recortar el QE3.
G.G.: Marcó el doble piso en julio y luego repuntó ayudado por la versión suave del discurso de Bernanke. Rebotó un 10%.
P.: Y se sostuvo aunque cambió el discurso...
G.G.: Tal cual. Y hay fuerte presión sobre las posiciones vendidas al descubierto. Hubo que cubrir, la última semana, el equivalente a casi 2,4 millones de onzas.
P.: La caída de precios se pasó de rosca.
G.G.: En principio, sí. Es más: por primera vez en dos meses se detecta un flujo de recursos positivo hacia los fondos ETF dedicados a invertir en el metal.
P.: ¿Se incubó demasiado pesimismo?
G.G.: Lo sigue habiendo. El nivel de "corto" es extraordinario. Y, a mediano plazo, se llenó de escépticos. Pero quien no tenga estómago, o espaldas deberá claudicar ante este avance a contramano.
P.: ¿Hubo un cambio de roles? Los bonos están sacando pecho cuando antes los habían acribillado y las acciones, que capearon el temporal y luego marcaron una seguidilla de récords, son las que retroceden...
G.G.: Los bonos dieron cinco pasos hacia atrás y ahora ensayan uno hacia adelante. Lo de las acciones es un muy pequeño repliegue. Le diría que hay más rotación dentro de las canastas que una retirada general.
P.: Se calmó Wall Street y el último mes tomó la posta Europa...
G.G.: Es la nueva moda.
P.: ¿Tiene algún sustento?
G.G.: Siempre es atractivo montarse en un corcel cuando es potrillo y así aprovechar todo el galope. La idea es que la eurozona deja atrás la doble recesión y tiene todo un campo despejado por delante.
P.: ¿Es así?
G.G.: Probablemente, el miércoles (por mañana) se logre confirmarlo.
P.: La valuación de las acciones europeas, en comparación con las de EEUU es más modesta.
G.G.: Se paga más el pájaro en mano que cien volando. Pero eso es lo atractivo de Europa: parece que el pájaro se posará esta semana en su puño. Y si es así hay mucho para ganar. Por dos vías: las ganancias pueden repuntar con una fuerza que ya no tienen en EE.UU. y, a la par, puede ensancharse el múltiplo de precios, lo que se paga por cada euro de utilidad.
P.: ¿Será capaz la Bolsa de Europa de tomar distancia con lo que ocurra con el QE3?
G.G.: Difícil. Pero no tiene por qué existir trauma. En línea con el cuadro general, el impacto puede ser neutral debido al largo período de adaptación previa que fomentó la Fed.
P.: Las Bolsas de Europa son la moda que está surgiendo. Los Brics, o los emergentes, ¿constituyen la moda cuyo cuarto de hora ya pasó? El Wall Street Journal le acaba de dedicar una página a su "pérdida de liderazgo"...
G.G.: Sobre las locuras de la moda tengo poco que comentar. Eso sí: que a Europa no se le resfríe Mario Draghi. A decir verdad, desde comienzos de julio, las Bolsas que funcionaron mejor no están en EE.UU. ni en Europa. Las "devaluadas" China y Brasil, sin mucha alharaca, treparon más del 6%.
MUY BUEN ARTÍCULO , PARA LOS QUE LO SABEN INTERPRETAR , PENSAR QUE LA ESTADISTA , LE DIÓ CONSEJOS A OBAMA DE COMO MANEJAR LA ECONOMÍA DE EEUU
