Esta es una repetición, por tener algunos TREMENDA MALA MEMORIA y otros SE HACEN LOS TONTOS PARA ENGAÑAR.
-Nos quejamos del INDEC, porque dibuja las cifras; y el pirata Morgan, fabrica a su antojo y conveniencia el EMBI Plus.
Cada vez que mencionan “riesgo país” deberían tener vergüenza de citar ese índice trucho manipulado por JPMorgan.
Todos los latrocinios cometidos en nombre del “clima de negocios” y la “seguridad jurídica”, son tapados con dólares.
-Riesgo país: Un resumen, para poder entender un aparente galimatías financiero. Para calcular el EMBI+ J. P. Morgan analiza cada día el rendimiento de los instrumentos de la deuda de un país, basado en bonos emitidos en dólares con legislación New York (en nuestro caso: PARY y DICY, ¿más el Nuevo Global 2017?) y la tasa de interés que se abona por ellos, según cotización en los mercados. Pero, además se evalúan otros aspectos significativos como las turbulencias políticas, el nivel de déficit fiscal, el crecimiento de la economía y la relación ingresos-deuda.
-Utilizan para calificar, una variada mezcla de factores políticos, sociales y económicos, determinados a su entero arbitrio. En resumen, los bonos sólo son un componente parcial de ese indicador final, que en realidad es establecido en una forma muy discrecional y unilateral. Con este extraño mix de valoración, el sistema tiene una alta subjetividad y una escasa equidad intrínseca.
-Es casi imposible obtenerlo matemáticamente, pues contiene el ingrediente político que le agregan sus formadores. Es un parámetro poco transparente y demasiado discrecional, que no refleja el riesgo implícito en bonos y consiste en una pseudo cuantificación inconsistente de presuntas contingencias de default soberano. Es ingenuo pensar que EMBI es sólo una diferencia de puntos de TIR entre cada cartera de bonos locales y un bono del Tesoro USA, aunque en teoría debería ser así, y es la forma en que está expresado en cualquier texto disponible.
-En realidad, J.P.Morgan trabaja en función de sus propios intereses y los de sus poderosos clientes internacionales. “El riesgo país, pretende ser un reflejo de las condiciones económicas, sociales, políticas e incluso geográficas.”(sic). Como derivación de este peculiar método de cálculo, el riesgo-país oscila con un “efecto apalancado” por otras variables casi desconocidas. Sólo puede servir como un indicador útil, pero exagerado y manipulado.
-Por consiguiente, no es un índice imparcial, sino un invento artificial de la entidad creadora. Corresponde destacar que una parte importante de esa valoración, representa su “percepción” arbitraria de cada riesgo. La manipulación del EMBI+ (confeccionado con una lógica aparente), tiene una incidencia directa en el verdadero corazón del negocio sobre el riesgo: la venta de CDS (Credit Default Swaps) con un alto spread. Cabe aclarar que los CDS no tienen un mercado público, regulado y transparente. En consecuencia no constituyen un verdadero punto de referencia y no son útiles para evaluar nada.
-Un informe de “The New York Times” (12/12/10) revela por primera vez un gran secreto de la trama financiera, que existe detrás del negocio cartelizado de las primas provenientes de estos derivados. Los grandes bancos (especialmente J.P.Morgan Chase, Goldman Sachs y Morgan Stanley) que dominan ese opaco mercado, mantienen reuniones secretas mensuales para coordinar su accionar en el rubro. Los banqueros que los representan, comparten un objetivo esencial: proteger los intereses dominantes de esos bancos. Constituye sin dudas, uno de los ámbitos financieros más lucrativos y controvertidos.
-Es una trampa finamente armada, si un país entra en la vorágine de tomar y repagar créditos externos, cada vez pagará más caro hasta llegar a tasas usurarias, porque quienes manejan los préstamos a su vez digitan el riesgo país.
Con el agravante que gran parte de su recaudación fiscal será destinada a ese repago, no permitiendo crecer.
La única forma de librarse de este dudoso y nefasto índice, es que el Estado no recurra al mercado de capitales.

(Insultos diplomáticos a granel, para J.P.Morgan como institución tramposa y embustera).