Mensajepor pablo.firmat » Vie Nov 23, 2012 3:23 pm
último comentario de Salvador Distéfano...(nos vamos al infierno, pero dice que el Ro15 es una buena inversión)
Argentina se encontró con un duro revés judicial, producto de los errores en el diseño del canje. La decisión se puede revertir, pero no se podrán compensar sus costos.
El canje de deuda del año 2005, diseñado por Roberto Lavagna y el aval del presidente Nestor Kirchner tuvo falencias estructurales. En primer lugar, para endulzar una propuesta agresiva de reestructuración, se incluyó un cupón PBI que le cuesta carísimo a la República Argentina. En segundo lugar, su colocó una clausula que le daba un tratamiento preferencial a los que primero adhirieran a la propuesta. Todo arreglo posterior debería ser inferior al primero, de lo contrario se caía el canje y todos reciben igual beneficio.
De esta forma se sacaron la foto de éxito en el año 2005 con una adhesión del 75%, pero hipotecaban el futuro de Argentina, ya que nunca se puede lograr una adhesión del 100% en estos casos. Siempre, alguien, con más espalda litiga y gana en los tribunales internacionales, como ocurrió con Perú y tantas otras restructuraciones que se realizaron a escala mundial.
En término más claros, el primer canje se realizo en el año 2005 y los que adhirieron recibieron un bono par al 2038 o un bono con descuento al 2033, en ambos casos se les sumo un cupón PBI. En adelante nadie podría conseguir un arreglo mejor, si hoy Argentina le paga al fondo NML el capital original más intereses, los que ingresaron al canje pedirán igual trato.
Nuestro país hizo dos canjes, el primero en el año 2005 y el segundo en el año 2010. Los tenedores de bonos, tenían una deuda original de 82.175 millones de dólares, que refinanciaron a 33 años y con quitas del 66% en la mayoría de los casos. Quedo un remanente de 6.574 millones de dólares de deuda que litigo el pago. De este total el fondo NML reclama que le pagan 1.330 millones de dólares de deuda original. El juez Thomas Griesa dice que le paguen el capital original y negocien los intereses. Según las normas de emisión del canje, esto implicaría, que quienes ingresaron al canje en el año 2005 y 2010 también deberían cobrar el capital más intereses, lo que implicaría un formidable endeudamiento de Argentina, ya que tendría que salir a reconocer deuda por 82.175 millones de dólares, menos lo poco hasta ahora abonado con el canje de deuda.
En síntesis, reconocer el fallo de Thomas Griesa sería una tragedia para el país. En muchas reestructuraciones de deuda, siempre queda un remanente que va a juicio y se arregla a largo plazo. En este caso, el diseño de la reestructuración no tuvo en cuenta a quienes van a litigio y hoy estamos en una trampa mortal.
La trampa consiste en lo siguiente. Si acatamos el fallo de Thomas Griesa, se cae el canje de deuda y la Argentina vera incrementar su deuda pública en 100.000 millones de dólares como mínimo.
Si no acatamos el fallo de Thomas Griesa seguiremos sin crédito internacional, hasta tanto le encontramos una solución a esta reestructuración.
En un caso o en otro, habrá que convivir sin crédito y haciendo un esfuerzo fiscal enorme. Por muchos años Argentina tendrá que mostrar presupuestos superavitarios. El cepo cambiario llego para quedarse. Habrá que pagar la deuda corriente con reservas. Será imposible financiarse a tasas bajas en el exterior. Las importaciones quedaran limitadas a las exportaciones. Miraremos por la vidriera el avance tecnológico mundial.
En este contexto, la gran baja producida en los mercados, fue una puesta en escena de un revés judicial muy severo, pero dichos precios no son reales, creemos que a corto plazo los activos financieros deberían recuperar posiciones. Sin embargo, por mucho tiempo, no podremos tener la financiación que tiene Bolivia o Uruguay que captan dinero a tasas inferiores al 5% anual, y a plazo que van de 10 a 33 años. Qué paradoja del destino, antes nos comparábamos con Europa o Estados Unidos, hoy no llegamos a tener el financiamiento de nuestros vecinos más pobres.
Argentina, en el escenario actual, está condenada a vivir con lo nuestro. No solo que no le pagamos a los bonistas que litigaron, tampoco le pagamos al CIADI, al Club de Paris y la expropiación de YPF. Se hizo una norma no pagar, el incentivo fue que no hubo represalia alguna en los últimos 10 años, de golpe nos damos cuenta que resulta difícil salir del lugar donde entramos. Estamos aislados financieramente y el mundo es una fiesta de liquidez, con tasas bajas. Estamos afuera de la fiesta, y no podemos comprar la entrada para poder disfrutarla.
Conclusión.
.- Ni tan lejos que te hieles, ni tan cerca que te quemes. Los activos financieros no permanecerán en los precios actuales, tampoco alcanzaremos los rangos de precio internacionales, ya que somos una económica cerrada financieramente.
.- En este contexto, cepo cambiario para largo, tasa de interés en alza y la brecha del dólar oficial y el blue creciendo.
.- Comprar Boden 2015 o Bonar 2014 sigue siendo una buena opción.
.- Comprar acciones de bancos, siderúrgicas o petroleras, con lanzamiento a futuro es toda una oportunidad.
.- Antes del fallo de Thomas Griesa estábamos en default pero nadie hablaba de nosotros, después del fallo de Thomas Griesa seguimos en default y todos hablan de nosotros en el mundo. Esa es la crucial diferencia, de golpe la realidad nos pego en la cara, y nos dicen que por mucho tiempo estaremos fuera del mercado financiero mundial.
.- El canje tuvo un mal diseño, de eso también se tienen que hacerse cargo, todos los funcionarios de turno, el gobierno nacional y los que aplaudieron esta medida.