Con un poco de suerte, todo esto suma presión para un arreglo que beneficiará a los audaces de esta plaza.

Ahora bien, si se da la remota y descabellada posibilidad de que le quiten la concesión, vamos todos presos.

Por muy descabellado, a ésta posibilidad probablemente no hay que descartarla ya que Roggio siempre puede arreglar por otro lado. No se olviden de covimet.
Saludos.