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4/9/2011
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inflacion, precios de commodities y suba de tasas
Se viene un aterrizaje suave en 2012 con impacto en empleo y actividad
Nadie observa escenarios dramáticos para la economía en los próximos meses, pero todos los analistas ya proyectan una moderación de las variables macro. Cuatro claves.
Por Pedro Ylarri
Su nombre es soft landing, en castellano “aterrizaje suave”, y para cada vez más economistas es la mejor definición de lo que sucederá en 2012 en la Argentina. En números significa que la economía no crecerá al ritmo electoral del 6% o 7% previsto para este año, sino que lo hará entre el 3% y el 5%, según consultoras privadas. No se trata de una recesión, pero se notarán las consecuencias: el consumo, el empleo y el gasto público crecerán menos; pero habrá, se espera, menor inflación.
La desaceleración de la economía ya no es una profecía maya sino que forma parte del discurso y los análisis de media docena de economistas como Miguel Kiguel, Orlando Ferreres, Daniel Marx, Alejandro Banzas e instituciones como el Banco Ciudad, la Universidad Di Tella y el IAE. Incluso, días atrás, el viceministro de Economía, Roberto Feletti, aseguró que se impulsará que la economía “crezca lo más que se pueda: un cinco por ciento”. La cifra está muy lejos del 8,5% de expansión que el Gobierno espera para este año, aunque no tanto de las estadísticas privadas.
El aterrizaje aparecería, según siete opiniones, en que habrá un shock externo por una menor expansión del mundo –afectará el crecimiento más bajo en Brasil y China–, así como por la mayor competitividad de la industria por la inflación y una menor capacidad de gasto del Gobierno, clave este año en crear empleo, brindar créditos a empresas e inyectar liquidez.
Además, cuatro claves definirán la magnitud del impacto: el precio de la soja y la demanda china del poroto, la competitividad del peso en relación con el real brasileño, la continuidad de la fuga de capitales y el regreso o no a los mercados de capitales.
Con las “cajas alternativas” de financiamiento del Gobierno en vías de agotamiento, (Anses, el Banco Nación y el BCRA), el Gobierno debería aminorar costos o pedir créditos para seguir gastando.
¿Pero qué significará crecer al 4% en vez de al 8% en la vida cotidiana? “El PBI crecerá 3,9% por la retracción del consumo”, proyectó Reporte Económico, a cargo de Banzas, y explicó que habrá menos compras “por efectos combinados como ser una menor demanda de crédito en relación con el año en curso, una mayor tasa de interés, una menor recomposición salarial, por menores incrementos salariales nominales y la inflación debajo de esos ajustes de ingresos.”
Para los economistas, si este año la pauta salarial fue del 29% con una inflación del 25%, en 2012 los salarios no crecerían más allá del 25% –el mínimo mencionado es de 20% de incremento– y la suba de precios sería de 18 a 20%. Al respecto, en su último informe de coyuntura Miguel Bein aseguró que “la posibilidad de seguir subiendo el salario en dólares se agotó”, por lo que proyecta que el 33% que crece la masa salarial hoy se traduciría en el 18% en las paritarias del año próximo.
Con menos dinero en el bolsillo, podrían disminuir la expansión del consumo en los supermercados (pasarían de 3% a 2% de aumento interanual al descontar la inflación), en los shopping centers (de 6% a 5%) e incluso el de autos, que este año crecería un formidable 30% y en 2012 un 24 por ciento. Para el Banco Ciudad, ya “se aprecia un paulatino enfriamiento en el consumo minorista”. La Universidad Di Tella agrega que el índice de intención de compra de electrodomésticos bajó de 50% en enero a 22% en agosto.
Daniel Marx coincide en que “es muy probable que haya desaceleración del crecimiento en 2012” y estima que se notará más “en varias actividades de servicios y manufacturas”. Según Ferreres, la industria ya está siendo afectada. Su IPI cayó 0,7% en julio, cuando en 2011 arrancó creciendo a 10 por ciento.
No se sorprende del soft landing Miguel Kiguel, de Econviews. Desde junio que plantó el cartel de “aterrizaje suave” para 2012. Sostiene que 2012 registraría un aumento del 5% en el PBI. “Sólo se crecerá con inversión”, dice, y advierte que con reservas, buenos precios de la soja y la deuda controlada, el panorama no será tan desolador como anticipaban los mayas.
Pensándolo mejor no estoy tan seguro si las planillas de Apolo van a resultar tan empomadoras como pensaba hace unas horas.
