Para pensar.
July 29, 2011
Devaluacionitis
Filed under: Gráfica — Jorge Avila @ 7:31 pm
Dos siglos de vida independiente enseñan que Argentina siempre fue un país pro-déficit y pro-inflación. Con la excepción del patrón oro (1899-1914) y el patrón dólar (1991-2001), la devaluación de la moneda nacional siempre funcionó como el supuesto gran corrector de importantes problemas económicos: déficit fiscal, crédito, empleo, crecimiento. La evidencia acumulada enseña que la devaluación sólo trae inflación. El fracaso de la convertibilidad me convenció de que mientras la Argentina tenga una moneda nacional, o sea, una moneda emitida por el gobierno nacional, siempre habrá devaluación y, por consiguiente, inflación. La peor de las consecuencias de un régimen devaluatorio e inflacionario es la desaparición del mercado de préstamos de mediano y largo plazo (crédito hipotecario e industrial).
Desde fines de 2008 o principios de 2009, el gobierno viene emitiendo dinero para financiarse. Primero, devalúa el peso. Luego, encuentra que el BCRA "generó" una utilidad (igual al revalúo en pesos de sus reservas intern’les). Por último, las toma atento a que el BCRA es propiedad del estado nacional. En dos palabras: primero se devenga el impuesto por medio de la devaluación y luego se realiza el impuesto al gastárselo. La tabla siguiente compara la evolución de la cotización del dólar en diversos países de la región y el resto del mundo, en el período enero-julio de 2011.
Pablo Wende, Ambito Financiero, 27 de julio
Monedas de reserva como el franco suizo, el euro, la libra esterlina y el yen se han apreciado entre 4 y 14% con respecto al dólar en el período de referencia. Las monedas de nuestros vecinos también se han apreciado: 7% el real, 6% el peso mexicano, 2% el peso chileno. ¿Qué ha pasado con el peso argentino? Es la única moneda que se ha devaluado. No es mi propósito examinar ahora por qué. Me basta con puntualizar el hecho. En una coyuntura mundial muy favorable para los países exportadores de commodities, mientras la gran mayoría de los países que exportan commodities aprecian sus monedas y controlan la inflación, la Argentina devalúa y acentúa la inflación.
Estamos frente a una adicción nacional. Bien digo, nacional. De todos los sectores: el gobierno (necesita más fondos para financiar un gasto desbordante); la UIA (la devaluación constituye su gran fuente de ganancias); el campo (le viene bien plegarse a la fiesta); los argentinos comunes y corrientes (piensan como el expresidente Alfonsín, que la inflación "lubrica" la máquina económica argentina). Y de todas las épocas; la inclinación a devaluar del gobierno, la UIA y el campo viene del fondo de nuestra historia; era notoria ya en la segunda mitad del siglo XIX.
Tan convencido estoy de la conveniencia de cerrar el BCRA y dar de baja el peso argentino, que hasta vería con gusto que la Argentina adoptara la moneda emitida por un eventual banco central sudamericano en vez de adoptar una moneda de primera clase como el dólar o el euro.
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