El canje quedaría abierto si la aceptación supera el 60% para aislar a fondos buitre
La reestructuración, que debería finalizar mañana, puede prorrogarse si el nivel de ingreso es aceptable para el Gobierno. Intentarían así captar a minoristas con juicios
ESTEBAN RAFELE Buenos Aires ()
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03:00
El ministro de Economía, Amado Boudou, y el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino definirán hoy si prorrogan una vez más el canje de deuda por u$s 18.300 millones para maximizar el nivel de ingreso e intentar así aislar a los fondos de inversión que litigan contra el país. La decisión depende de un factor clave: que el Gobierno consiga antes de mañana superar el 60% de aceptación que se puso como objetivo.
Alcanzar la meta que se fijó el Ejecutivo permitiría presentar la eventual prórroga como una nueva posibilidad para que los bonistas individuales que todavía no ingresaron a la operación, por mantener juicios contra el país o por no valorar la oferta, revean sus posiciones.
Los datos oficiales marcan que, hasta el miércoles pasado, el 54% de la deuda a reestructurar (u$s 9.900 millones) había aceptado la propuesta. El agente de cambio, el Bank of New York, procesa órdenes de ingreso de algo más de u$s 100 millones por día promedio. Así, el Gobierno debería llegar cómodo a presentar en los próximos días un nivel de aceptación de u$s 11.000 millones, o poco más del 60%.
Fuentes oficiales deslizaron la semana pasada que muchos tenedores de deuda italianos con litigios en curso manifestaron interés en aceptar la propuesta. Si el canje cerrara mañana, tal como está previsto hasta el momento, esos inversores se quedarían afuera. Y cuanta más deuda en default exista dando vueltas por el mundo, más argumentos tendrán los fondos buitre para continuar con sus demandas y embargos contra bienes del Estado para intentar cobrar sus bonos.
Además, trascendió que el Bank of New York tiene problemas operativos para procesar las órdenes de ingreso de los inversores minoristas, por tratarse de muchas operaciones por cantidades pequeñas de dinero.
En su edición del viernes, El Cronista consignó que el Boudou admitió la posibilidad de dejar abierta la reestructuración: “Si va bien, se prorroga. Si no, lo cerramos ahora”, indicó el ministro. Esta última posibilidad tiene su lógica: el Gobierno ya prorrogó una vez por quince días el canje, el 7 de junio último, porque no llegaba al 60% deseado. Posponer una vez más el plazo final porque los números no dan, sería interpretado como un fracaso y daría nuevos bríos a los litigantes, que sostienen que Argentina debe hacer una mejor oferta.
La prórroga ante una aceptación del 60% tiene una lectura adicional. Analistas internacionales y locales exigen una reestructuración del 75% de la deuda impaga. De esa forma, Argentina conseguiría renegociar el 95% de los títulos que defaulteó a fines de 2001. Solo así, sostienen esos agentes del mercado, el país podría conseguir una mejor calificación crediticia y éxito en los tribunales internacionales.
El ex director del FMI, Claudio Loser, y el profesor de la American University, Arturo Porzecanski (ex banquero con larga trayectoria en Wall Street), aseveraron días atrás que aun con una aceptación del 60% el país va a seguir debiendo alrededor de u$s 30.000 millones.