Ok tenes razón.... Así te dejo contento....
Igualmente te pego un artículo de un economista que le simpatiza mucho al poeta porque me acuerdo haber leído un post donde decía que participaba en el blog de Avila. Que opinas, mazza, sobre el ortodoxo Avila?.....
http://www.jorgeavilaopina.com/?p=179
July 4, 2007
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Devaluación I
Filed under: Académica — Jorge Avila @ 1:52 pm
Ya no recuerdo la cantidad de veces que lectores de este blog han cuestionado mi afirmación de que la devaluación del peso no es una herramienta para reactivar la economía. Esta semana no más, uno de ellos me pidió que comentara un artículo de Roberto Frenkel, un economista argentino ex-alfonsinista que ahora simpatiza con el kirchnerismo, donde se argumenta que la devaluación es la causa de la reactivación en Argentina y que el dólar caro es la causa del alto crecimiento del sudeste asiático; otro de ellos, economista de profesión, me mandó un comentario que decía, con letra mayúscula, que "no hay duda" de que la devaluación ha sido la causa de la actual recuperación argentina. A fin de respaldar mi punto de vista, haré tres cosas. Primero, reeditaré la respuesta que di al primer lector, que condensa mi argumento al respecto. Segundo, reeditaré un pasaje del libro Riesgo-Argentino donde traté el tema con un par de ejemplos (Brasil en 1998 y Gran Bretaña en 1931). Tercero, reeditaré el próximo sábado mi análisis de la frívola y para nada exitosa devaluación de 2002.
La conclusión es que la expansión del horizonte inversor es la verdadera causa de la reactivación; a veces, la devaluación ayudó a despejar ese horizonte y, en consecuencia, abrió las puertas a la reactivación; la causa de la reactivación no es la "mejora" del precio relativo del sector exportador y del sustitutivo de importaciones sino la confianza internacional que despierta el país.
Respuesta a un comentario
El artículo de Frenkel desarrolla una falacia. Los invito a razonar como economistas para comprobarlo; es fácil:
1) Un dólar caro implica un alto precio relativo para la industria y el campo y, al mismo tiempo, un bajo precio relativo para el sector servicios. Este sector representa más del 60% del PBI y el empleo del país.
2) Entonces, ¿por qué el dólar caro debería ser la causa de la reactivación argentina? Note que mientras premia a un sector castiga a otro, que además tiene mayor peso en el PBI.
3) Esto quiere decir que la naturaleza del factor que causa la reactivación debe ser más general.
4) Creo que la verdadera causa de la reactivación es la caída que ha experimentado la prima de riesgo-argentino, de 22 puntos porcentuales por año en septiembre de 2002 a apenas 3 puntos ahora. Este nivel sigue siendo elevado pero, a nuestros efectos, lo que importa es la caída.
5) A su vez, la caída de la prima de riesgo-argentino está explicada por la bonanza de la economía mundial, el superávit fiscal, la convertibilidad informal y la gobernabilidad de estos años en comparación con la de 2001-2002.
6) La reducción de la prima de riesgo-país no es un fenómeno intrascendente. Implica una profundización del horizonte de consumo e inversión y premia, por tanto, a todos los sectores.
7) La reducción del riesgo-país constituye una fuerza expansiva de primer orden de la demanda agregada.

Mientras no se entienda esta relación causa-efecto, seremos rehenes de periódicas devaluaciones impulsadas por impostores y aplaudidas por confundidos.
Pasaje del libro Riesgo-Argentino
Existe consenso en la comunidad financiera internacional acerca del poder reactivante de una devaluación de la moneda nacional; en un sentido específico, la devaluación tendría la capacidad de reactivar una economía porque eleva el tipo real de cambio y así estimula las exportaciones. Esta prescripción no funcionó para la economía argentina en los últimos 30 años, y no debemos descartar la posibilidad de que no haya funcionado jamás. Sin embargo, hay circunstancias en las que una devaluación sí puede ser reactivamente. Aunque la causa de la reactivación no es el aumento del tipo real de cambio sino la disminución de la prima de riesgo-país. Brasil es un ejemplo reciente en tal sentido; Gran Bretaña es uno lejano.
En 1998, lo único seguro en Brasil era que en algún momento cercano habría una devaluación del real; el riesgo devaluatorio alimentó el riesgo-brasileño; el ingreso de capitales se transformó en salida y la economía entró en recesión. A los pocos meses de la devaluación, una vez comprobado que el déficit fiscal apuntaba a la baja y que la tasa de crecimiento monetario no aumentaba, el riesgo-brasileño empezó a caer y se armó el círculo virtuoso de la reactivación.
La devaluación de la libra esterlina de 1931 es un ejemplo incluso más interesante. En 1925, el ministro de Hacienda Churchill decidió que había que volver al patrón oro que cimentó la grandeza económica británica durante el siglo que culminó abruptamente con la Primera Guerra Mundial, fijó el tipo de cambio entre la libra y el oro un 10% por debajo del tipo de cambio de mercado del momento, y la economía británica ingreso así en un período deflacionario. Con el paso de los meses, el mercado se dividió en dos mitades: una de ellas tenía la convicción de que Gran Bretaña debía perseverar en el patrón oro, y la otra tenía la convicción de que el patrón oro era un craso error y que debía ser abandonado cuanto antes. Aumentó el riesgo devaluatorio y esto aumentó a su vez el riesgo-británico; el capital salía del país, la demanda agregada colapsaba y se agravaba la deflación. Vencida, Gran Bretaña devaluó finalmente la libra esterlina, y si bien no se salvó de la gran recesión que afectaba por entonces al mundo, inició su proceso de reactivación antes que EEUU o Francia. Pero esta favorable reacción no fue consecuencia del aumento del tipo real de cambio, sino del abandono de una política que había creado una incertidumbre enorme y corrosiva.*
* Por un relato sobre el clima devaluatorio inglés, vea Skidelsky (1994), y sobre la reacción diferencial de Gran Bretaña, vea Friedman y Schwartz (1963).